Robin Wright decidió enfrascarse en una batalla a favor de la igualdad de género. Y ganó.

Al igual que Claire Underwood, el personaje que interpreta en la serie House of Cards, Robin Wright es inteligente, sabe lo que quiere y sabe cómo conseguirlo. Tradicionalmente la industria del entretenimiento es una en la que se hace evidente, más que en otras, el famoso “gender gap” o diferencia de salarios debidos al género. Como en otros tantos casos, las mujeres ganan menos que los hombres por el mismo trabajo y eso ha llevado a que una nueva generación de actrices se rebelen y den batalla.

 

house of cards

 

Hace poco Jennifer Lawrence levantó la voz al respecto. En una entrega de Lenny Letter escribió al respecto debido a que un hackeo a Sony hizo del conocimiento público los salarios de diversos actores y actrices. “Jeremy Renner, Christian Bale y Bradley Cooper estaban peleando y teniendo éxito al negociar buenos tratos para ellos mismos. Estoy segura de que fueron considerados inteligentes y tácticos, mientras yo estaba preocupada de no lucir como una malcriada en vez de conseguir un trato justo”, escribió JLaw.

Y ahora se ha unido a la lucha la primera dama de los Estados Unidos en la ficción producida por Netflix. En 2014, el protagonista de la serie Kevin Spacey estaba percibiendo medio millón de dólares por episodio mientras que el sueldo de Robin Wright era menor. Entonces la actriz decidió tomar cartas en el asunto y, con los hechos en la mano, exigir un pago igual al de su contraparte masculina. El argumento principal de la actriz fue que su personaje Claire Underwood es más popular entre los espectadores que el personaje de Spacey, y por si acaso los argumentos no fueran suficientes, también advirtió que si no le otorgaban su petición daría a conocer la situación al público. De ese modo consiguió lo que quería.

 

 

En entrevista con Judith Rodin, presidente de la Fundación Rockefeller, Robin Wright también habló de lo que significa hacer una pausa en tu carrera con la finalidad de cuidar de tus hijos. “Como no estaba trabajando de tiempo completo, no estaba construyendo las posibilidades de aumentar mi salario. Eso se logra con notoriedad y presencia y si estás cuidando niños dejas de mantenerte en la jugada. Te conviertes en un actor de segunda sin el valor que podrías tener cuando haces cuatro películas como Nicole Kidman o Cate Blanchett. Ahora estoy viviendo una suerte de regreso… a los 50 años”.

¡Aplausos, Señora Underwood Wright!

Imágenes: © Netflix.