Moda
El polo de rayas ha dejado de ser un básico de fin de semana para convertirse en una pieza clave dentro del armario contemporáneo. Desde las pasarelas internacionales hasta el street style, esta prenda clásica demuestra su capacidad de adaptación, conquistando tanto a las amantes de la estética minimalista como a las defensoras del lujo relajado.
Su historia está marcada por la elegancia y la simplicidad. Inspirado en los uniformes deportivos y el estilo francés, el polo de rayas de manga larga encuentra ahora una nueva vida en el contexto del diseño actual.
Las casas de moda lo reinterpretan con cortes más precisos, tejidos de mayor calidad y combinaciones de color que equilibran lo clásico con lo moderno. El resultado es una prenda funcional, ligera y refinada que puede elevar cualquier conjunto.
Esta temporada, las versiones más deseadas llegan en tonos neutros como crema, gris o azul marino, aunque los colores intensos como el burdeos, el verde esmeralda o el amarillo mostaza también ganan terreno. Las rayas se presentan en múltiples formatos: desde anchas y contrastantes, hasta finas y delicadas, aportando dinamismo y estructura visual al look.
El encanto del polo de rayas radica en su versatilidad. Combina sin esfuerzo con pantalones sastre, vaqueros rectos o faldas midi, y puede llevarse tanto debajo de una americana como con una chaqueta de cuero o un abrigo largo.
En los días más fríos, funciona perfecto como capa base bajo chalecos o suéteres de punto grueso. Su equilibrio entre comodidad y estilo lo convierte en el aliado ideal para la temporada.
Cómo llevarlo este otoño
Para un aire urbano y elegante, apuesta por un polo de rayas en tonos neutros junto a pantalones de pinzas y mocasines. Si prefieres un look más relajado, combina uno en colores vivos con jeans y un abrigo de lana oversize. En ambos casos, los accesorios discretos y los bolsos estructurados aportan el toque final.
El polo de rayas se reafirma como símbolo de la elegancia atemporal. Su capacidad para adaptarse a las tendencias sin perder identidad lo consolida como una de las prendas más poderosas del momento.
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