Entrevista realizada por: Alberto Rojas Eguiluz

A sus 26 años Timothée Chalamet ya ha tenido retos actorales suficientes como para consolidar su carrera. Además de haberse ganado una nominación al Oscar por Llámame por tu nombre en 2018, Timothée ha convencido a críticos y se ha hecho de una legión de fans por sus papeles complejos, como el de Nic Sheff, un chico que no puede superar las drogas en Beautiful Boy: siempre serás mi hijo, o el de Laurie en Mujercitas. También ha llamado la atención de directores de la talla de Wes Anderson (Gran Hotel Budapest) y Denis Villenueve (La llegada).

Justo Villenueve lo escogió para el papel principal del clásico de ciencia ficción Dune, basado en el libro de Frank Herbert, una obra que ya se había adaptado al cine a principios de los ochenta pero que no cumplió con las expectativas y dejó a los fans de la novela decepcionados. Ahora las cosas son completamente distintas. Timothée interpreta a Paul Atreides, el hijo de una familia noble al que le es confiado el elemento más importante de toda la galaxia en medio de una crisis que pone en peligro al universo entero. Dune significó una infinidad de nuevos retos para Timothée, quien los sorteó como un actor con décadas de trayectoria. Justo de esto hablamos con él hace unas semanas.

Esta es tu primera película de ciencia ficción,¿encontraste algún reto al que no te habías enfrentado en tu carrera?
Por supuesto, hubo retos grandes. El primero fue el tiempo que llevó el proyecto, filmamos por seis meses, nunca había estado tanto tiempo en un set, lo más que había estado eran tres meses, y el promedio suele ser mes y medio. La idea de que esto fuera un maratón y no un sprint fue algo nuevo para mí, cuando no has trabajado en una película de este tipo, particularmente cuando tus escenas terminan en varios clímax emocionales, el reto viene desde la perspectiva de la filmación y del calendario.

La presión es un aspecto básico en Paul Atreides.
Así es, vive en tensión todo el tiempo, una presión basada en lo que esperan sus padres de él, en quiénes son los Atreides y en la responsabilidad que tiene de convertirse en un líder revolucionario. La responsabilidad que tiene predestinada puede ser un poco incómoda para cualquiera, así que esa tensión la dosificábamos en los días de filmación, no queríamos revelarla demasiado pronto porque además habrá una segunda parte que va a tener un camino muy distinto. Esta es una historia de un adulto joven cumpliendo con su destino y de las batallas que se tienen a esa edad.

¿Cómo construiste este personaje?
Paul Atreidis tiene muchas capas, en esta ocasión tuve la oportunidad de trabajar con anticipación el personaje, leí completo el libro, fue mi biblia. Denis me transmitió lo que fue para él leer Dune. Hay muchos temas en la historia, como la colonización religiosa o la explotación del ambiente, en este caso de todo un planeta, cosas que son muy relevantes en el mundo en el que vivimos hoy, y por eso mismo quise ser lo más apegado al libro.

Thimoteé Chalamet en Dune

Paul Atreides es un adulto joven, pero vive circunstancias muy distintas a las de cualquiera que pase por eso, ¿cómo abordaste esa parte?
Justo traté de reproducir esa experiencia, todos los que pasamos por eso recordamos lo raro que se siente a nivel social y cómo es lidiar con la pubertad por primera vez, es como no saber bien dónde estás parado. Saber que Paul será la cabeza de los Artredis es un gran peso, tiene sueños premonitorios de eso, esa fue la forma en que abordé esa parte del personaje que fue el punto de partida.

¿Cómo preparaste el resto?
Soy un gran fan de Denis, así que volví a ver toda su filmografía. Creo que eso es
importante para ver su tono, sus ritmos… En la película hay varias partes de peleas, y nuestro coordinador de stunts hizo un gran trabajo entrenándonos para eso, fue divertido, pero duro al mismo tiempo porque Paul Artreidis está entrenado para pelear y liderear como lo hubieran hecho en la antigua Esparta.

El miedo es un elemento muy poderoso en el personaje, se menciona un montón de veces a lo largo de la película…

Después de haber trabajado con Denis Villenueve, ¿qué es lo que más te gustó de él como director?
Denis y yo nos conocimos hace varios años, pero nos reencontramos en Cannes hace tres años. Me emocionó trabajar con él porque los mejores proyectos son aquellos en los que el director hace su trabajo más allá de lo que es dirigir por
la pasión que siente por el filme. Yo había visto que Denis leyó el libro siendo muy joven y por eso le apasionaba más este proyecto.

¿Quién te ayudó a entender mejor a tu personaje?
En primer lugar Denis, pero también platiqué con mi papá, sus amigos y algunos amigos míos que le tenían un respeto enorme a al libro de Dune. Todos se identificaban mucho con Paul Atreides y con los mensajes que hay en el libro, sobre todo en cómo superar el miedo.

El miedo es un factor muy importante en el libro de Frank Herbert, ¿cómo lo utilizaste en tu personaje?
Lo que me podría dar miedo era no saber lo que iba a hacer con el personaje, sobre todo en un rol como este, por todo el peso que carga sobre los hombros desde antes que comience la crisis. El miedo es un elemento muy poderoso en el
personaje, se menciona un montón de veces a lo largo de la película, además, si estás hablando de un personaje como Paul Atreidis, que va a tomar el universo, debe de haber algo de miedo en él que tenga que superar. Esa parte fue grandiosa, una de las experiencias más gratas que he tenido en mi carrera.

Además de Timothée Chalamet, Dune cuenta con un reparto multiestelar con figuras como Rebecca Ferguson, Javier Bardem, Zendaya, Jason Momoa y Oscar Isaac, entre muchos otros, y es una de las películas más esperadas desde que inició la pandemia. Una experiencia única que se disfruta más en una sala de cine.