Moda
El denim ha formado parte de la moda desde hace muchos años, pues al ser un textil de gran producción y de cierta manera “accesible” este textil ha logrado marcar gran parte de la historia dentro de la humanidad.
Hoy en día debemos poner sobre la mesa el tema de la democratización de la mezclilla, pues en todo el mundo los jeans, chaquetas, vestidos y hasta accesorios de este material son utilizados por la mayor parte del planeta.
El denim o mejor conocido como mezclilla ha formado parte de nuestras vidas a lo largo de muchas generaciones, es por eso que las marcas y diseñadores comenzaron a buscar diversas posibilidades para reducir el impacto negativo que el proceso de producción de este material ha generado al medioambiente.
A raíz de los acontecimientos generados por la industria de la moda, muchas marcas y diseñadores han comenzado a crear alternativas y una de ellas se ha visto en la sustentabilidad de las prendas.
Aunque aún es complicado poder encontrar textiles y específicamente mezclilla 100% sustentable, la firma guatemalteca The New Denim Project es una empresa que está revolucionando la industria, consolidándose como proveedor de mezclilla reciclada, que es utilizada para generar nuevas telas a través de procesos circulares. La alternativa del suprareciclaje de mezclilla es una gran alternativa para que diferentes empresas puedan obtener materias primas de calidad y sostenibles. Y lentamente están comenzando a expandirse hacia nuevos mercados, para que todos podamos llevar jeans de algodón reciclado hechos con procesos transparentes.
Seguramente, si te has comenzado a sumergir en estos temas, elegir unos jeans de manera consciente y sustentable es una tarea difícil mas no imposible. Reconocer que cambiar las bases de los procesos que hacen los productores de denim lleva su tiempo.
Conquistar un avance y un alcance masivo para millones de usuarios que portan este textil y la democratización del denim sustentable, es una tarea no solo de los diseñadores, productores y marcas, sino también de nosotros mismos como consumidores para así, ejercer consciencia y presión a las industrias que aún no se suman a este movimiento.
