Moda
Trascendental. David Bowie es el ícono de toda una generación y nación, quien creyó en la diamantina como elemento empoderador.
Uno de los íconos de las décadas de los sesenta y setenta que nos inspiró con atuendos cósmicos y fuera de esta galaxia. Un artista en todo el sentido de la palabra y quien antepuso la palabra queer en el léxico social. Así era el inigualable David Bowie, el visionario que creó un mundo utópico en torno a sus ideales pragmáticos.
Camaleónico y multifacético son quizá los dos términos que lo definen. Utilizando atuendos surreales e innovadores, en especial del japonés Kansai Yamamoto, fue su manera de crear impacto y emancipar la mancuerna entre la moda y la música.
Brixton, un barrio en la ciudad de Londres que se define por su particular cultura urbana, fue donde el aclamado pasó sus primeros años desde su nacimiento, el ocho de enero de 1947. Fue en medio de esta escena clandestina donde el cantante concibió su idea de constante reinvención.
En el marco de un panorama dominado por la banda The Beatles, Bowie desafió el impacto de la música pop en la moda con su despreocupado estilo. Una peculiar combinación entre el glam rock y el anti-fashion que empoderó sus múltiples identidades andróginas.
El artista que hizo soñar a toda una generación y nación con diamantina y maquillaje vehemente. Ziggy Stardust está más vivo que nunca. Y aunque el camaleón dejó de brillar hace cinco años, su legado es irremplazable.
