Como seguramente sabes, existen distintos tipos de piel: normal, seca, sensible y grasa. Esta última es muy evidente. El sebo es una de las características de la piel grasa, presentándose al mismo tiempo que enfrentas cambios hormonales. Este se secreta en exceso cuando tienes muchas glándulas sebáceas, y puedes llegar a tener este tipo de piel por consumir algunos fármacos y cosméticos, por eso es importante acudir con un especialista.

Si tienes este tipo de piel también puedes llegar a notar muchos puntos negros y espinillas, tu cutis podría estar brilloso y tus poros muy visibles. La textura de la piel empieza a ser muy poco uniforme e irregular. Hay quienes sufren de acné, y pueden notar este tipo de impurezas en otras partes de cuerpo como la espalda, cuello, pecho y hombros. La piel llega a estar roja e inflamada.

Si te identificaste con estas características, te dejamos tres tips que debes seguir.

1.- Sí o sí limpieza facial

La limpieza facial hará la diferencia si tienes piel grasa. Añade un jabón especial para el rostro, este hará que elimines cualquier impureza y ademas evitara el exceso de sebo y que los poros se lleguen a tapar causando puntos negros. Es indispensable realizar este procedimiento durante el día y la noche. Recuerda hacerlo solo dos veces al día, de lo contrario, el exceso de sebo o el acné podrían empeorar.

2.- Exfoliación

Exfoliar tu rostro te dará la limpieza absoluta que necesitas, pues al hacerlo de una a dos veces por semana eliminarás todas las células muertas que se encuentran día con día en tu rostro como el sudor, la contaminación y el polvo que solo causan que los brotes de acné aumenten.

3.- Mascarillas

Las mascarillas de arcillas puras serán tus aliadas si sufres de piel grasa, pues su función principal es darle un detox a la piel. Evita usarlas más de dos veces por semana, de lo contrario, podrían perjudicarte y causar efectos secundarios.

Para darte los mejores consejos, hablamos con la Dra. Andrea Tovar Garza, Dermatóloga certificada, sobre la piel grasa. Lo que ella recomienda es es “agregar a tu rutina un dermolimpiador y lavar la cara en la mañana y en la noche. Usar una humectación ligera a base de suero o fluidos matificantes. Y en la noche, agregar un tipo de retinoide o AHA que disminuya el exceso de grasa y favorezca al recambio celular”.

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