Desafortunadamente, el verano está llegando a su fin. Y es que cuidar tu piel después de semanas tan calurosas y de unos días de descanso en la playa—que seguramente disfrutaste muchísimo—, es necesario aunque no lo creas. Indudablemente, aunque hayas utilizado el mejor bloqueador y gafas solares, el sol deja huella y es importante tratarte para evitar el envejecimiento prematuro y manchas innecesarias.

Aquí te decimos cómo revertir los daños ocasionados por el sol y además, cómo prepararte para la llegada del otoño en septiembre:

Cómo cuidar tu piel después del verano

Hidrata la piel

Seguramente has escuchado mil veces que hidratar la piel es esencial, y aunque ya te parezca un cliché, te recordamos es el paso más importante para una piel sana. Además de tomar dos litros de agua al día, aplícate por 20 minutos dos veces por semana yogurt de fresas con avena o prepara una mascarilla a base de una cucharada de miel y una fracción de melón. Esto te ayudará a prolongar el bronceado y a que desaparezca sin manchas.

¡Cuidado con las manchas!

Si notas que las manchas cambian o aparecen nuevas acude al dermatólogo, hay que descartar que sean malignas. Es importante no descuidarlas, y si estás embarazada, ten cuidado con utilizar productos que contengan químicos irritantes como el ácido kójico, fítico, ferúlico y L-arbutina.

Límpiate antes de dormir

Ya lo hemos dicho antes, limpiarte el rostro todos los días antes de dormir es imprescindible. No te acuestes sin antes desmaquillarte y eliminar la grasa e impurezas del día. Pasa un algodón húmedo y después enjuágate con agua fría y no te seques, deja que tu piel absorba el agua. Esto ayudará a cerrar los poros y a hidratarte.

Mascarilla antiarrugas

La playa, el sol y la arena resecan tu piel y la dejan expuesta a signos prematuros de la edad. No quiere decir que cada vez que sea verano evites salir de vacaciones o nadar un rato bajo el sol, sin embargo, seguramente te ha pasado que acabas irritada y con ardor. Pero no te preocupes, sigue los pasos anteriores y además, aplícate una mascarilla a base de huevo una vez a la semana.

Si no eres especial con los olores y texturas, esta es ideal para ti. Bate la clara del huevo hasta que tenga una textura de mousse, después exprímele dos gotas de limón y finalmente, añade tres gotas de aceite de oliva y déjala actuar por 20 minutos, después enjuaga con agua fría. Recuerda aplicártela solo en las noches para evitar manchas y disminuir los poros.

Mascarillas para un cutis luminoso

Como un plus para lograr un cutis radiante, toma un yogurt natural y mézclalo en la licuadora con medio pepino (quítale antes la cáscara). Deja actuar la mascarilla por 20 minutos y enjuágate con agua fría. Además del alto contenido de vitamina C, el pepino es conocido por sus propiedades astringentes y purificantes.

 

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