Moda
La pregunta del millón: ¿es este el nuevo guardarropa de Meghan Markle, duquesa de Sussex? Quizá algunas prendas de la colección de Clare Waight Keller para la primavera-verano 2020 de Givenchy se adecuen al estilo de la royal; sin embargo, la diseñadora inglesa decidió indagar en el minimalismo noventero que hoy es pan de cada día. Tan solo basta con identificar la simplicidad en las siluetas que dejan, en su mayoría, atrás el volumen. En cortes muy definidos, cada pieza fue específicamente pensada para fungir como un básico. Y es que hoy, eso es lo que la industria está buscando darle a su consumidor: atemporalidad.
Si bien, es bueno regresar al pasado, más cuando se trata del tuyo. Clare Waight Keller hizo justo eso, recordar sus momentos en la ciudad de Nueva York, donde algún día de 1993 trabajó para uno de los pioneros del minimalismo. Aunque más Waight Keller que Givenchy, la entrega es personal, sentimental. Quizá era tiempo para la diseñadora de hacer una pausa par revivir aquellos instantes cuando apenas iniciaba una carrera exitosa —casi dos décadas después la llevó a convertirse en la directora creativa de la maison fundada por Hubert de Givenchy.
Estéticamente, es perfecta —en todo el sentido del adjetivo. Y es que la paleta es completamente neutra, con algunos destellos vibrantes en los bordados florales. Un tanto cruda y alusiva al Calvin Klein que Carolyn Bessette-Kennedy viralizó con su característico estilo que, a veinte años de su muerte, ha sido revivido para inspirar a toda una subcultura de culto.
Parte de lo que ha marcado París en esta edición de la semana de la moda son los jeans. La creativa inglesa los presentó en conjunto con blazers, blusas de cuello de tortuga y camisas holgadas. Otras prendas en denim como faldas maxi y shorts, dieron un toque effortless a la presentación que pretendía ser opulenta. No obstante, el sentido esplendoroso que se espera de una pasarela de Givenchy estuvo presente en los últimos looks con vestidos que se atienen al ADN de la maison.
Esta es sin duda una entrega que no solo reafirma el regreso de los noventa a las pasarelas, sino que busca replantear la idea del buen gusto —esa que rige a voceros del minimalismo como las gemelas Olsen o Jil Sander. Concretamente, Clare Waight Keller quiere que el mundo entero pause sus actividades para contemplar lo simple, y aún así impactante, que la moda puede llegar a ser.
