Maison Margiela volvió a sorprender en Milán con una colección que convierte lo cotidiano en un manifiesto estético. En plena Via della Spiga, frente a su renovada flagship store, la casa francesa apostó por un escenario inesperado: la acera recién pintada de blanco como pasarela. Con esta elección, dejó en claro que la moda no necesita templos majestuosos para brillar, basta con resignificar el espacio urbano.

La colección fue un ejercicio de dualidades: “sueño y realidad, belleza y crudeza”, resumió un portavoz de la marca. Aquí te presentamos cinco claves para entender el universo que Maison Margiela construyó en su desfile.

1. El poder del escenario urbano

Transformar la calle en pasarela fue un gesto audaz. Este marco urbano conectó directamente con la comunidad, subrayando la cercanía entre moda y vida real.

2. Referencias con propósito

En el backstage, el moodboard mezclaba fotografías de Lisetta Carmi sobre comunidades trans en los años sesenta con escenas del barrio español de Nápoles. No era nostalgia, sino un statement sobre humanidad compartida y diversidad.

3. Siluetas espontáneas pero calculadas

Los looks parecían improvisados, como tomados de la vida diaria. Sin embargo, cada pieza estaba cuidadosamente construida, logrando un equilibrio entre lo pragmático y lo poético.

4. Comunidad como concepto central

La colección evitó géneros rígidos y etiquetas limitantes. El mensaje fue claro: la moda de Margiela habla de unión, de caminar lado a lado más allá de las diferencias.

5. La poética de lo imperfecto

La crudeza de los materiales, las superposiciones y el aire espontáneo reafirmaron la idea de que la belleza no necesita pulirse en exceso. La imperfección es, de hecho, parte de la propuesta.

El público aplaudió con fuerza, reconociendo que Margiela no solo presentó ropa, sino una visión contemporánea de cómo la moda puede reflejar la vida en todas sus contradicciones. Este desfile nos recuerda que el estilo más potente no siempre surge de la perfección, sino de la capacidad de transformar lo ordinario en extraordinario.

Maison Margiela reafirma así su lugar como laboratorio de ideas en el panorama internacional. Y la pregunta que deja en el aire es directa: ¿estamos listos para abrazar la moda como una conversación de comunidad, memoria y presente? La respuesta, como la colección, es contundente.

*IMAGEN: Google Images