Durante la Semana de la Moda Masculina de París, Christian Louboutin transformó los salones del icónico Hôtel de Crillon en una experiencia inmersiva que honra la elegancia clásica y la innovación moderna: la línea Sartorial. A través de una serie de instalaciones, performances y vitrinas personalizadas, la Maison propuso una narrativa visual y táctil que enaltece el savoir-faire artesanal.

La presentación comenzó en el Salon des Batailles, donde los visitantes fueron testigos del meticuloso trabajo detrás de modelos como el Chambeliss, terminado con técnicas como la patine y le glaçage, que crean un efecto tridimensional de brillo profundo.

Christian Louboutin y la Elegancia Sartorial SS26
Christian Louboutin y la Elegancia Sartorial SS26

El toque sublime vino de Maison Lesage, cuyo bordado a mano adorna los modelos Farfajour y Farfanuit: mariposas de cuatro capas de organza bordadas con hilos metálicos, cristales y cuentas de vidrio. Un símbolo de ligereza y lujo wearable.

En el Salon des Aigles, una coreografía conceptual representó “24 horas en la vida de un dandy”, con intérpretes vestidos con íconos de la colección: las botas Lord Chamb, el mocasín O Louvre con banda moiré grosgrain, y el Circus Booty Perla, una joya escénica cubierta con 10,000 cristales y perlas, con reminiscencias del cuello plisado de un arlequín barroco.

Christian Louboutin y la Elegancia Sartorial SS26
Christian Louboutin y la Elegancia Sartorial SS26

Finalmente, en el Salon Marie-Antoinette, la línea Chambeliss brilló como centro de la propuesta sartorial.

Desde el clásico Chambelimoc hasta el elegante Chambelimonk Boot, cada silueta fue exhibida junto a un cuello de camisa que portaba el Chambelink, un alfiler metálico con cristales que simboliza la joyería discreta masculina. El resultado fue una instalación visual que narra la fusión entre tradición y diseño vanguardista.

Christian Louboutin y la Elegancia Sartorial SS26
Christian Louboutin y la Elegancia Sartorial SS26

La colección Sartorial no solo celebra el calzado como objeto de arte, sino que lo eleva a un manifiesto de identidad. En cada costura y detalle hay una declaración de estilo atemporal, construida sobre la excelencia, la teatralidad sutil y la técnica impecable.

Christian Louboutin logra, una vez más, reencuadrar el lujo masculino, mostrando que la moda es tanto una herencia como una posibilidad de reinvención continua.

*IMAGEN: Cortesía