Charlotte Casiraghi, la nieta de Grace Kelly, rindió tributo es su boda a la elegancia de la princesa al usar uno de sus collares emblemáticos.

Antes de Meghan Markle, estuvo Grace Kelly. Igualmente nativa de Hollywood y los Estados Unidos, la historia de la princesa Grace de Mónaco es una que ha quedado en los libros de historia. Ícono de estilo e inclusive musa de uno de los bolsos más emblemáticos de nuestros tiempos, el Kelly de Hermès, la princesa también es una inspiración para su propia nieta, Charlotte Casiraghi. Pero claro, cuando eres descendiente de una de las mujeres más elegantes de todos los tiempos, hacerle un guiño en tu boda con una joya que era parte de la colección personal de la princesa, era de esperarse.

Hablemos de ese collar Cartier que el príncipe Rainier III le regaló a su esposa el día de su boda y que vimos de nuevo, ahora en el cuello de Casiraghi, a juego con su vestido Chanel Alta Costura. Desde la inesperada muerte de la princesa, el collar se embarcó en una gira mundial de exhibiciones y fue hasta el 2019 que reapareció en un miembro de la familia real monegasca.

La joya en cuestión está conformada por 58 quilates de diamantes. Como un efecto en cascada, este deja caer las rocas más grandes unidas por otras pequeñas en corte esmeralda, dejando que el brillo sea completamente homogéneo.

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The bride ❤💍 #CharlotteCasiraghi

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Para el filme de 2014 protagonizado por Nicole Kidman, la casa joyera Cartier replicó el collar y el icónico anillo de compromiso de 10 quilates que la princesa recibió por parte de su esposo.

Aunque la esencia de Kelly siga vigente en los throwbacks que nos encontramos a menudo en Instagram, la familia real de Mónaco la ha revivido a través de sus joyas una vez más. La princesa Caroline usó el collar de perlas de su madre hace dos meses para la pasada edición del Bal de Rose.

*IMÁGENES: Getty Images/Cortesía