La finca vinícola de la Provenza propiedad de Chanel presenta su cosecha 2022, con cuatro poderosos elementos han dado forma a la isla de Porquerolles, un auténtico refugio salvaje en aguas del Mediterráneo.

Agua, tierra, viento, luz: un cuarteto prodigioso detrás del carácter único de los vinos rosados y blancos de Domaine de l’Ile.

Una nueva cosecha de lujo que trae con ella en cada trago el estilo y el lujo que necesitamos para ser los mejores anfitriones. La isla de Porquerolles no es un lugar cualquiera, es el hogar del vino más chic, como lo es todo en torno a la filosofía de Chanel.

“Este ecosistema armonioso y dinámico crea vinos únicos en la costa de Provenza. Las parcelas de Domaine de l’Ile están rodeadas de agua. Los vinos son isleños moldeados por el maravilloso Mar Mediterráneo que “une los países que separa”. Esta agua por todos lados es a la vez restrictiva y una oportunidad para viñedos de carácter. Da forma a los sueños de los viajeros, altera la forma de trabajar de los viticultores, llamando su atención sobre la circulación del agua de lluvia y del agua de mar, y sitúa las vides en un entorno vivo y rico en tierra y mar. La clave es pensar como un isleño”, explica Chanel.

El clima dirige una orquesta fantástica, con el agua como batuta. El agua, del mar o del cielo, es esencial y está en todas partes y ha tallado Porquerolles en cuatro cuencas fluviales, dividiéndolo fluyendo hacia el oeste o el este de una línea de cresta. Brégançonnet, Plaine du Village, Courtade y Notre-Dame son las pequeñas unidades de este microcosmos isleño. 

Están formados por la lluvia. El agua fluye del cielo, sube del suelo, escapa del mar, se filtra de los árboles y se infiltra en las capas de esquisto inclinado que componen la geología de Domaine de l’Ile. Por la mañana, la niebla penetra en la ropa y humedece los zapatos y los calcetines. Algunas veces al año adquiere proporciones sin precedentes y forma un pañuelo blanco que lo envuelve todo: este fenómeno se conoce como ‘sague’.

Los aromas de los vinos a melón y frutas tropicales como un suspiro en un bouquet con notas dulces en sintonía con un toque de acidez que aparece solo al final. La firmeza y el equilibrio de este delicioso vino y el peculiar toque amargo se muestra como una señal de deliciosa complejidad. Este vino exótico e indulgente evoca lujosos jardines orientales llenos de melocotones, albaricoques y pomelos.

Un delicia de cosecha para disfrutar durante el verano de este 2023.