A lo largo de los años, el Chanel N°5 se ha convertido en una de las fragancias más icónicas y conocidas de la industria. Desde su creación en 1921 por el perfumista ruso-francés Ernest Beaux hasta la actualidad, su fórmula de jazmín tan peculiar no pasa de moda. 

Este año, el perfume clásico cumple un siglo y con ello la Maison francesa ha decidido preservar los cultivos de flores utilizados en su perfume más famoso.  Con locación en el sur de Francia y cosechadas a mano en un delicado ritual anual que se lleva a cabo en la comuna de Pegamos en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, la marca ha comprado cultivos de flores de jazmín.

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Como parte de su desarrollo de integración vertical, que hace que tome el control de sus proveedores , Chanel ha comprado 10 hectáreas de terreno de cultivo, que se suman a las 20 hectáreas que ya explotaba en colaboración con una familia local cerca de la ciudad de Grasse , conocida por sus campos de flores y por ser la capital del perfume.

El jazmín que se cultiva en la región de Grasse es especial ya que tiene un aroma específico, por lo que desde 2018, la región fue clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sin embargo, la producción anual de flores de jazmín está en declive desde la década de los 80, y ahora se limita a solo 13 toneladas, la mayoría producidas por la familia Mul para crear el famoso N°5 de Chanel .

Con la compra de estas hectáreas, la marca ha protegido la cultivación de las flores, lo que se ha significado un gran paso tanto para Chanel, como para la preservación de la florería.

IMAGEN: Cortesía de Chanel