Moda

Carlota Casiraghi, nieta de Grace Kelly e hija de Carolina de Mónaco, continúa su impecable trayectoria como embajadora de Chanel, celebrando cinco años de esta colaboración que ha sido un sueño para ella.
Ahora, con su última aparición en el desfile Métiers d’art de la maison en Hangzhou, China, la royal reafirmó su estatus como ícono de la moda rindiendo homenaje a un sueño que Coco Chanel nunca pudo realizar: visitar esta parte del mundo.
Chanel eligió este emblemático lugar como escenario para su desfile, inspirado en el arte y la belleza del biombo de Coromandel, un tesoro que adornaba el departamento de la diseñadora en París.
En un look totalmente negro con lentejuelas y detalles en cristal rojo, Carlota destacó entre las celebridades invitadas, como Lupita Nyong’o y Tilda Swinton, transmitiendo el espíritu clásico y moderno que define a la maison.
La relación entre Carlota Casiraghi y Chanel va más allá de las alfombras rojas. Desde su debut como embajadora en 2020, ha combinado a la perfección su linaje real con la elegancia atemporal de la firma.
Pero su conexión se remonta a mucho antes: su madre, la princesa Carolina, fue musa y amiga cercana de Karl Lagerfeld, el legendario director creativo de Chanel. De hecho, Lagerfeld la fotografió para su libro The Little Black Jacket.
Como ella misma ha señalado, su vínculo con Chanel comenzó desde antes de nacer, cuando su madre lucía prendas de la firma mientras estaba embarazada de ella. Ahora, Carlota lleva ese legado con una naturalidad que parece innata, deslumbrando tanto en eventos como en sus apariciones cotidianas.
Carlota Casiraghi y Chanel han logrado unir a la realeza europea con la herencia y visión global de una de las casas de moda más respetadas del mundo.