Moda
La forma de las botas slouchy, que adopta un pliegue natural en la caída, regresa con fuerza para esta temporada, modernizada, pero sin perder la intención estética que la caracteriza desde su aparición a principios de los años 2000. Las casas de moda han recuperado este modelo para integrarse con distintos estilos urbanos y acompañar las transiciones de temporada.
Están en tendencia, por supuesto, por su versatilidad. Las versiones en piel logran un acabado más definido, mientras que las alternativas en texturas suaves permiten un ajuste cómodo y práctico para el día a día. Todo radica en la caída precisa del material, que aporta un movimiento controlado.

También pueden coordinarse con prendas que ya forman parte del outfit cotidiano. Con faldas midi adquieren un carácter contemporáneo; con vestidos de punto, refuerzan un aspecto equilibrado; y con mezclilla se integran de manera natural para crear un buen contraste. Y así, las tendremos todo el invierno y versiones más ligeras de primavera.
Otro aspecto relevante es la variedad de tacones disponibles. Desde versiones planas hasta opciones con tacón medio o geométrico, la oferta permite seleccionar el nivel de altura que mejor se ajusta a sus rutinas. Las tonalidades neutras continúan dominando, aunque algunos diseñadores han incorporado colores intensos o acabados metálicos.

El auge de las botas slouchy responde, en gran medida, a la búsqueda de piezas que aporten estilo y comodidad. Su estructura flexible y su estética vigente las posicionan como un gran elemento para estos días fríos en que queremos proteger nuestras piernas y pies.