Sabemos que no hay nada como tomar un baño de agua caliente para relajarte pero, ¿sabías que no es tan sano como parece? Según los expertos, si la temperatura es muy alta podrías estar dañando tu piel y tu cabello. Si sufres de irritación, acné, infecciones cutáneas y de problemas como caspa, pelo seco y mucho frizz, el agua caliente puede empeorar todo. Aunque no sufras de ninguno de estos problemas, pasar mucho tiempo bajo altas temperaturas en la regadera puede perjudicarte más de lo que piensas. Lo ideal es bañarte siempre con agua fría o templada, es decir, que la temperatura del agua no rebase tu temperatura corporal.

Te dejamos cuatro razones para que cambies tus hábitos:

Deshidrata la piel

El agua a altas temperaturas destruye la barrera protectora de la piel y remueve los aceites naturales, causando mucha resequedad, irritación y granitos molestos. Si tienes piel seca o acné, esto solo empeorará tu estado. Mejor prueba con agua fría o tibia.

Envejece el rostro

Si lo que quieres es tener un cutis radiante y humectado olvídate de tomar baños calientes, esto solo hará que tu piel envejezca más rápido, pues los poros se dilatan provocando irritación y causando que la dermis no pueda guardar la humedad necesaria. Si no cambias de hábitos, es probable que desaparezcan las propiedades naturales y pierdas elasticidad y firmeza. Acuérdate que el agua tibia y fría son la clave para una piel bonita, sana y fresca, pues ayudan a mejorar la circulación, oxigenan la piel, cierran los poros y hacen un efecto tensor.

Daña el cabello

Así como elimina los aceites y grasas naturales que protegen la piel, el agua muy caliente tiene el mismo efecto en el cabello. Evitará que el shampoo cumpla su función y que crezca rápido. Además, esto hace que se caiga con frecuencia y no sea resistente, así como reseca el cuero cabelludo generando caspa. Asimismo, hará que con el paso del tiempo pierdas brillo, que tu tinte dure menos y que cambie la textura.

Puede empeorar las várices

Como seguramente sabes las várices son venas hinchadas y dañadas, así que el agua caliente puede empeorar su estado. Los vasos sanguíneos tienden a dilatarse con esta, haciendo que la sangre no fluya correctamente y provocando hinchazón en las piernas. A medida que aumentan las temperaturas, el cuerpo envía más sangre a la superficie de la piel y a las várices, haciendo que pueda empeorar el problema.

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