Moda

Es completamente normal que hablemos de maquillaje, tratamientos para la piel y estilos para cabello y uñas, pero pocas veces volteamos a ver un aspecto fundamental que puede transformar por completo la manera en la que nos vemos: la postura.
Mantener la espalda erguida y los hombros alineados mejora la salud y, además, potencia la autoestima al darle a nuestra imagen una corona de seguridad que ningún cosmético puede igualar. La postura correcta es, sin exagerar, el truco de belleza más poderoso que tenemos.
Un cuerpo encorvado transmite cansancio, inseguridad y hasta desinterés, mientras que una postura firme proyecta juventud, confianza y energía. En el rostro, este simple cambio también tiene un impacto inmediato ya que la barbilla se eleva ligeramente, se esconde la papada y hasta la mirada parece más despierta, dando un efecto de lifting instantáneo.
Las celebridades lo saben bien. No es casualidad que en la alfombra roja todas caminen con la espalda recta y el pecho abierto. Esa alineación corporal resalta los vestidos, estiliza la silueta y envía un mensaje claro de seguridad en sí mismas.
En la vida cotidiana, aplicar este mismo principio puede marcar la diferencia entre pasar desapercibida y dejar una impresión memorable, ya sea en el trabajo, en una cita o en cualquier momento de tu vida.
Además, la postura correcta genera un bienestar interno más allá de embellecer por fuera. Una buena alineación corporal favorece la circulación, mejora la respiración y reduce dolores de cuello y espalda, lo que se traduce en más energía y una apariencia más descansada. En otras palabras, es una inversión doble ya que te ayuda a sentirte mejor y a verte más atractiva.