Virginie Viard se inspiró en las apasionantes carreras de la Fórmula 1, la elegancia y el minimalismo del tenis, los años sesenta en Europa, al entregar una colección llena de feminidad donde los cuadros blancos y negros recuerdan la bandera que se ondea cuando un vólido cruza la meta, fundas de raquetas transformadas en minibolsos, faldas de tenis que ahora brillan cuando caminan al mostrar entre sus tablas divertidas lentejuelas, monos en tweed que recuerdan los overoles de los pitts o a los ángeles de Charlie, pero también vestidos vaporosos —o camiseros oversized— lentejuelas, chalecos, camisas blancas que alargan su espalda transformándola en una cola de algodón, sombreros, shorts, medias negras y muchos tacones como se veían en los casinos monaguescos que a la fecha siguen siendo imánes de adrenalina y etiqueta.

La tarde de ayer, Miami se sumergió en una réplica que desafió tiempo y espacio, nos transportó a dos momentos diferentes, el que se vivió en Mónaco durante el debut de la colección hace unos meses y los vibrantes años 60 que Viard tomó como referencia, así como sus recuerdos con Karl cuando pasaban largas temporadas creando campañas o colecciones en el principado. Una playa llena de sombrillas y cabañas a rayas donde el rojo y el blanco, colores que lleva la bandera monaguesca, vestían el escenario perfecto que el Faena y su fabuloso art déco —concebido en el gusto y visión del famoso director de cine Baz Luhrmann— plantearon para dar ese inconfudible allure europeo. Marion Cotillard, Pharrell Williams, Lily Rose Depp, Nile Rodgers fueron algunos de los asistentes que disfrutaron de un atardecer diferente en Miami. El cierre fue una fiesta en la playa donde Nile Rodgers nos puso a bailar con una larga lista de éxitos que aunque fueron llevados a la fama por artistas como Madonna o David Bowie, vieron su origen en Rodgers. Champaña, snacks y toda la concurrencia literalmente ‘enchanelada’ disfrutamos de este gran músico que prendió el escenario con Good Times y enloqueció a la audiencia cuando cantó con Pharrell Get Lucky.

Lily Rose Depp nos habló en exclusiva de la nueva colección de Chanel

¿Cuál fue tu mayor reto para darle vida a Jocelyn, tu personaje en The Idol?
Jocelyn es mi personaje favorito hasta ahora y los retos han sido la parte más divertida. Interpretar a este personaje me ha enseñado muchísimo, me ha hecho crecer y me ha obligado a esforzarme, a ir más lejos de lo que alguna vez imaginé que podría. Ha sido una experiencia y un aprendizaje increíbles que me han permitido rodearme de gente muy talentosa, personas que me han inspirado y apoyado.

Cuéntame sobre un momento increíble o divertido con The Weeknd estando en set.
Sabes, es muy importante cuando trabajas con alguien sobre todo en ese tipo de contacto, es muy importante confiar el uno con el otro y sentirte cómoda. Él (The Weeknd) ha sido todo un caballero y he tenido la suerte de que me apoye, de que esté para mí durante todo el proceso. Ha sido un gran amigo y ha estado para mí, es un ser humano maravilloso.

Cuál fue tu primer pieza de Chanel, te la heredó tu mamá, la compraste…
Cuando era chiquita, definitivamente le “robaba” cosas de Chanel a mi mamá, me metía a su clóset a descubrir lo que tenía. Pero me acuerdo de una bolsa rosa que me tenía obsesionada, mamá nunca la encontraba en su lugar porque yo la desaparecía para llevármela a mi cuarto. Tenía también unos vestidos Chanel increíbles que moría por ponerme, me urgía crecer para usarlos

¿Todavía tienes esa bolsa?
¡Sí!, la sigo conservando en mi casa en Los Ángeles.

En cuanto a esta colección crucero, cuál es tu look favorito.
Es muy díficil escoger, me ha gustado toda la colección. Pero me encantan los sets que combinan, puedes verlo en el que llevo hoy. Falditas y crop tops, adoro los pantalones a la cadera, los trajes de tweed. Amé los overoles como los que usan los pilotos de carreras. Y los looks negros sobre todo los shorts.

Eres mitad estadounidense y mitad francesa. Seguramente este show tiene un significado especial para ti.
Sé que el show se presentó primero en Mónaco y siento que Virginie hizo un trabajo hermoso al combinar la energía de Mónaco —y toda la inspiración que encontró allá— con Miami. También sé que Mónaco era un lugar muy cercano al corazón de Karl y eso significa muchísimo. Traer todo eso a Miami, en este lugar tan hermoso, junto al mar, la pasarela en la playa, se siente muy especial.