En Siete Veces Adiós, una obra que aborda la complejidad emocional de una pareja en crisis tras siete años de relación, Arap Bethke interpreta a “Él”, un personaje que intenta recuperar lo que parece haberse perdido. Con una trayectoria amplia en teatro, cine y televisión, Bethke asume este nuevo reto escénico en un momento clave de su carrera, donde la introspección artística y la madurez emocional se cruzan de forma inevitable.

Esta entrevista revela no sólo el proceso actoral detrás del personaje, sino también la dimensión humana del actor: su forma de mirar el amor, el paso del tiempo, y la importancia de tomar decisiones conscientes en la vida íntima. Una conversación profunda sobre lo que se gana y lo que se pierde cuando se elige amar.

Dana Apigna:
Tienes una trayectoria sólida en cine, televisión y teatro. ¿Qué te llevó a sumarte a Siete Veces Adiós justo en este momento de tu carrera?

Arap Bethke:
Fue una invitación por parte de Dan Delgado y Alan Estrada. Justo había terminado un proyecto y tenía muchas ganas de hacer teatro. Es algo que intento hacer al menos una vez al año. Había visto la obra en su estreno, la disfruté profundamente y me conmovió. Desde entonces me llamó la atención su calidad artística y su permanencia en cartelera con distintos elencos. Cuando recibí la invitación no lo dudé. Me informaron que estrenaría en dos semanas, así que fue un proceso muy acelerado: recibí el texto un domingo y comencé los ensayos ese mismo martes. Estrené a la semana siguiente. Fue una experiencia intensa pero gratificante.

Arap Bethke: Amar, soltar y volver a empezar en Siete Veces Adiós
Arap Bethke: Amar, soltar y volver a empezar en Siete Veces Adiós

Dana Apigna:
El personaje que interpretas vive entre el amor, la pérdida y la introspección. ¿Cómo te preparaste emocionalmente para abordarlo?

Arap Bethke:
Hablé mucho con la directora y trabajé con mi coach actoral. El mayor reto inicial fue memorizar el texto en poco tiempo, pero posteriormente pude profundizar en la dimensión emocional del personaje. Me enfoqué en comprender quién es, por qué actúa como lo hace, y qué lo lleva a intentar recuperar una relación perdida. Todos hemos atravesado experiencias de ruptura o desamor, y con base en eso, sumado a la imaginación y la empatía, construí al personaje. No recurro directamente a experiencias personales, especialmente en teatro, porque puede ser emocionalmente desgastante. Prefiero trabajar desde la comprensión profunda del personaje y desde la técnica.

Dana Apigna:
¿Crees que el amor cambia con el paso del tiempo?

Arap Bethke:
Sin duda. No es lo mismo el amor a los 18 años que el que se experimenta a los 40. Las prioridades cambian, la visión de la vida también. En mi caso, me casé después de los 40, y eso me ha permitido valorar más lo que tengo. Considero que, a medida que maduramos, dejamos de buscar constantemente nuevas experiencias y comenzamos a cuidar lo que ya hemos construido. En Siete Veces Adiós, esa evolución emocional también se refleja en cómo se vive la historia según la edad de los actores. Es una obra que se transforma con sus intérpretes.

Arap Bethke: Amar, soltar y volver a empezar en Siete Veces Adiós
Arap Bethke: Amar, soltar y volver a empezar en Siete Veces Adiós

Dana Apigna:
¿Qué te ha enseñado esta obra sobre el amor que no habías comprendido antes, ni como actor ni como persona?

Arap Bethke:
Me ha recordado la fragilidad del amor. El amor no se puede dar por hecho. Es algo que se construye todos los días. En la obra, mi personaje le propone a su ex pareja revivir sus siete momentos más significativos como pareja con la intención de recuperarla. Ese acto me parece profundamente generoso. Interpretar esta historia cada noche me ha hecho reflexionar sobre el esfuerzo consciente que implica mantener una relación sana y presente. No se trata de un trabajo forzado, sino de un compromiso diario con el vínculo, con el otro y con uno mismo.

Dana Apigna:
¿Qué le recomendarías a las generaciones jóvenes que desean enamorarse, pero que viven en un contexto emocional distinto al de generaciones anteriores?

Arap Bethke:
Les diría que primero se pregunten si realmente desean compartir la vida con alguien, y que esa decisión no venga de una presión externa o expectativa social. Hoy tenemos muchas formas de amar y construir relaciones. También es fundamental elegir bien. Escoger con quién compartir tu vida es una de las decisiones más importantes. Y una vez tomada esa decisión, hablar mucho. Hablar sobre lo cotidiano: cómo se imaginan el día a día, qué esperan de una convivencia, cómo desean formar una familia, si es que así lo desean. Esas conversaciones previas evitan muchas sorpresas y generan relaciones más conscientes y duraderas.

Arap Bethke: Amar, soltar y volver a empezar en Siete Veces Adiós
Arap Bethke: Amar, soltar y volver a empezar en Siete Veces Adiós

Dana Apigna:
Después de cada función, ¿qué conversación te gustaría que se generara en el público?

Arap Bethke:
Me gustaría que hablaran del amor, de la pareja, del perdón. La obra propone preguntas importantes: ¿Qué tan posible es perdonar? ¿Qué implica realmente una reconciliación? También me gustaría que el público reflexione sobre sus propias historias, no sólo de pareja, sino familiares, incluso con uno mismo. La obra tiene un efecto sanador. A veces, incluso para nosotros como actores, cada función nos permite resignificar experiencias personales. Es un texto muy potente, que permite al espectador identificarse desde distintos ángulos.

Dana Apigna:
Mirando hacia atrás, con todo lo que has vivido y lo que te espera, ¿qué consejo te darías a ti mismo?

Arap Bethke:
Me diría que no pierda la fe. Esta profesión tiene momentos de mucha incertidumbre. A veces no hay claridad sobre el futuro, pero hay que continuar, con paciencia y confianza. También me diría que disfrute más el proceso. Antes me pasaba que, en medio de un proyecto, ya deseaba terminarlo para regresar a casa. Hoy entiendo que hay que valorar el presente y todo lo que ese momento ofrece. Resistir, confiar y disfrutar, creo que son tres claves que aplican tanto para la vida profesional como personal.

Dana Apigna:
Gracias, Arap, por tu sinceridad y por compartir tu experiencia desde un lugar tan humano y reflexivo.

Arap Bethke:
Gracias a ti, Dana, por el espacio y por abrir esta conversación.

*iMAGEN: Norberto Reyes