Moda
Había una vez… tres amigas que iniciaron un programa diferente cuyo objetivo era platicar temas cotidianos, ya fueran escabrosos, sencillos, triviales o polémicos. Durante más de una década conectaron con una audiencia ávida de aprender y de contar con este trío de amigas quienes desde la honestidad abrieron su corazón y su pensamiento. Hoy Angie Taddei, Melissa López y Olivia Peralta regresan con AMO. Las sacamos de la ciudad para platicar con ellas y hacerles una sesión de fotos, casi como un Picnic…
Estar con las tres es como una avalancha de energía positiva, de buena vibra, de risas y de diversión. Nos fuimos desde temprano a un lugar cerca-lejos de la ciudad de México, donde el aire es diferente, el paisaje hace que te relajes y simplemente fluyes. Queríamos saber de dónde viene la necesidad de cada una de ellas de comunicar y de tratar todo tipo de temas.
Se conocen tan bien, que contestan como si fueran una orquesta…
Olivia: Viene de una necesidad de querer sembrar cositas bonitas en la gente, de dar ánimo, esperanza. ¿Se acuerdan de cuando nos conocimos? (Voltea con Mel y Angie). Fue lo primero que platicamos, no importa si el tema es el makeup o la ropa, el chiste es saber cómo llevar un mensaje de empoderamiento —esa palabra… (reímos)—, de tomar tus decisiones, vivir tus consecuencias ya sean para bien o para mal, pero que vengan desde ti. Desde una libertad y autenticidad.
Angie: ¡Correcto! Autenticidad. Siento que era como una premisa desde el inicio, ser auténticas, reales, honestas, directas, tal como quieres que sean tus buenas amigas.
Mel: A la fecha, la gente se nos acerca y nos dice que era un programa (Picnic) que veían con sus mamás, se informaban las dos, madre e hij@, y eso fue increíble. Pasamos diez años al aire e imagínate todo lo que vivimos, todo lo que nos informamos, podemos decir que ayudamos a muchísima gente y eso es un orgullo muy grande.
Sin duda fomentaron la relación entre madre e hija, entre mujeres, aunque eso no descarta a los hombres que también son fans del programa. El tiempo sabio siempre da experiencia, y eso pasó con Angie, Mel y Oli quienes regresaron con otras vivencias. De hecho en el primer programa de AMO el tema fue el divorcio de las tres.
¿Qué es lo que crecer aporta a un programa como este?
Angie: El haber podido tener un espacio en un mundo tan lleno de ruido y que nos permitiera ser nosotras mismas, nos llevó a crecer de una forma muy linda, con muchos cuestionamientos y dudas que se iban resolviendo en el camino. Contamos con muchos expertos en todos los temas y la vida nos fue viendo crecer y llevando a ser mujeres en esta búsqueda de un poco más de felicidad, paz, luz, de saber cómo me tranquilizo o cómo tranquilizo a mis hijos. Conforme vas creciendo, tienes más experiencias que las que un sillón o una entrevista te pueden dejar. Siempre lo dijimos en Picnic y ahora lo hacemos en AMO: acompañamos a las mujeres de cualquier edad, en cualquier contexto, porque ahora todas vivimos lo mismo en diferentes situaciones, pero la emoción, los sentimientos, las tradiciones y las alegrías son lo mismo. El crecimiento, el machismo y los fracasos son algo que todas vivimos en cualquier clase social, en cualquier lugar… Y lo que aportan hoy nuestras edades, el haber crecido a AMO es nuestra experiencia, nuestra continua curiosidad por seguir buscando algo más.
Olivia: Yo creo que escuchamos más, estamos más solidas, recibimos los comentarios de la comunidad que desde Picnic hemos armado con más unión, abordamos los temas con mucha más experiencia, que eso es lo que te da la vida.
Mel: Además qué delicia poder hablar de cualquier tema. Hoy puedes encontrar o googlear todo en internet, pero no hay nada como un espacio donde lo platiques con toda la confianza, donde estés a gusto, donde puedas preguntarle al experto, donde te puedas identificar con lo que estamos viviendo Angie, Oli o yo, y eso es una maravilla.
Es acompañarnos entre mujeres. —Claro porque están creando una empatía— Y sin miedo a hablar de las cosas.
Con tantas plataformas hay muchos contenidos donde la honestidad brutal y desgarradora es clave, pero a veces la exageración raya en lo fake. ¿Hasta dónde están dispuestas a mantener la honestidad en AMO?
Mel y Angie (al unísono): ¡Hasta la última consecuencia!
Mel: Al principio cuando estábamos en Picnic costó un poquito que la gente creyera en nosotras, nos veían como 3 chavitas fresas, cabezas huecas y conforme pasó el tiempo vieron que buscábamos expertos, que nos informábamos, que literal aprendíamos junto con la audiencia. No queríamos imponernos. Creo que podemos hablar de lo que sea y ser 100 por ciento honestas. Hemos hablado de nuestros divorcios, de nuestras depresiones, de lo que nos preocupa, hemos llorado en el programa, es ser honestas cien por ciento.
Olivia: Yo agregaría que también hemos cuidado en no salpicar a nuestra gente cercana, yo trato de no exponerlos a ellos cuando hablo de mi intimidad.
Mel y Angie: ¡Totalmente!
Angie: Y yo trato, porque soy boquifloja, de tener cuidado. Me siento muy apapachada por la gente que nos rodea porque hemos creado una comunidad increíble. Al conocer a tu amiga entiendes perfecto su necesidad de hablar y de exponer las cosas tal y como son. Aunque a veces utilizan esa vulnerabilidad para lastimarte. Eso es a lo que nos exponemos estando frente a la cámara. Nosotras queremos ser abiertas, honestas, queremos decirles que tenemos 200 extensiones en el pelo o 100 pestañas, o que mis uñas son postizas… Sin embargo cuando alguien lo usa para lastimarte te echa pa’tras y está feo.
Mel: Y ahí es cuando frenas y cuando te preguntas ¿vale la pena ser honesta? ¿Todavía les pega lo que digan en las redes? Porque es muy fácil hacerlo así: al agresor no le ves la cara, lo protege el celular, es anónimo y te tira a matar. ¿Cómo han hecho para esquivar este bullying que sí se da en la gente que se expone como ustedes?
Olivia: Se siente cuando es una crítica constructiva buena onda, que te lo diría una amiga y se recibe super bien. Cuando tiran mala onda es horrible darte cuenta que alguien tenga tanta toxicidad, en mi caso yo bloqueo. Cuando se meten con mi familia, cuando se van barato, feo, ¡bloqueo total!
Mel: Cuando dicen “x” cosa lo dejo pasar, pero cuando aseguran algo ya muy fuerte, muy personal, ahí sí encabrona. El asegurar que saben exactamente lo que estás viviendo… Me pasó con un comentario, dijeron “es que no puede tener hijos” y de ahí se dejaron ir. ¿Cómo aseguras algo que desconoces absolutamente, que no tienes ni idea? Afortunadamente así no era, pero eso es maldad. Entonces ¿hasta donde se conectan o se desconectan?
Angie: Para mí especialmente porque lo dicen mis amigas, y porque lo vivo, es muy difícil desconectarme. No sé si es un tema de compromiso, empatía o sensibilidad. Estoy tan abierta que establezco toda una conexión. Por supuesto todo lo que le sucede a mis amigas es como si me sucediera a mí, y a mi familia ¡ni se diga! Entonces me involucro como si fuera parte de… y muchas veces no tengo vela en el entierro. Es sumamente complicado y eso me pasa con nuestra audiencia. Algunas veces me dicen “es que leíste” y yo “no, no leí”. Estoy haciendo un programa.
Mel: Es que perdón, pero cuando lees, puedes dejarte ir.
Angie: Hay ciertas redes que son más complejas que otras. Yo sé que Instagram es mi comunidad, la gente es cariñosa, es amable, es raro que tenga un hater, la gente me conoce. En YouTube hay gente diferente. Trato de no leer y hacer mi trabajo concentrándome en lo que creo. Entonces confío en que lo que estoy diciendo, me llena a mí y eso crea una conexión real y honesta con la gente. Y hablando de redes, ¿qué es lo que más les gusta postear?
Olivia: Sobre mi novio, mi relación, cómo lo he logrado (su novio vive al otro lado del mundo), ¡me fascina!
Angie: Es que posteas cosas increíbles, pones una foto y no importa de qué sea, lo que escribes te deja algo que te motiva y te inspira. Creo que es algo que las tres tenemos. Si vas a usar tus redes, sobre todo si eres una figura pública, creo que tienes que usarlas para dejar pensando, para mover a alguien, para levantarlo de su silla.
Olivia: Crear convicciones, esperanza, luz…
Mel: Y para divertirte también. Hace poco pregunté cuáles eran las palabras que más roña les daban y se dejaron ir en las redes. —¿Cuáles son las tuyas?— Corpiño (Angie literal suelta una carcajada), cabello, orina, orín, orines, todo lo que tenga que ver con eso, verruga… Es que de verdad hay que reírnos.
Angie: Se vale reírte de ti, se vale ser imperfectamente perfecta, ¡se vale!
Mel: A la gente le gusta ver lo que pasa detrás del programa, por ejemplo: cuando estamos platicando, en el chisme o cuando nos están arreglando. Qué pasa detrás de esto. Hablando de diversión y de curiosidad, ¿cuál ha sido el programa de AMO más divertido?
Olivia: Para mí el primero, fue la ilusión, de verdad pensé que me regresé a Picnic. Todas hablamos de nuestros divorcios.
Mel: ¡Fue volver a conectar! Decir lo que había pasado después de 8 años que estuvimos fuera del aire. En todos los capítulos la pasamos bien. ¿Cuál ha sido el más difícil?
Angie: Yo tuve una sensación rara, una vibra extraña con uno de nuestros invitados que me costó mucho trabajo. Ya sabes, cuando entrevistas a alguien y te hace dudar, y le preguntas más y te responde diferente, nos costó darle la vuelta.
¿Lo lograron?
Angie: Pues creo que sí.
Olivia: ¡El programa gustó!
En medio de un viento huracanado, literal, Angie, Mel y Oli se despiden felices y dispuestas a enfrentar cualquier problema con una sonrisa, con toda honestidad y, lo mejor de todo, con el apoyo de una gran amistad.
Encuentra los episodios de AMO en YouTube.
Por Toni Salamanca
Fotografía: Santiago Ruiseñor
Directora de Moda: Annie Lask
