Después de 6 años de haberse divorciado, pensaríamos que la relación de Bradd Pitt y Angelina Jolie habría mejorado, pero la realidad es muy distinta. Angelina demandó a Brad por 25 millones de euros, dice que el actor tomó el control del Château Miraval, viñedo que compró junto a su exesposo.

Pero antes Brad demandó a Angelina. A inicio del verano dijo que ella quería “infringirle daño gratuito” al vender su parte del castillo, que también es una bodega de vino, con “intenciones venenosas”.

Según Angelina, Brad usó el tema de la venta de la bodega, en represalia “por los procedimientos de divorcio y custodia”, según la demanda.

 

 

La actriz dijo que Brad intentó que ella firmara una “cláusula del silencio”, que la obligaba a callar las causas que los llevaron al divorcio. La supuesta campaña en su contra fue, según la demanda, para “garantizar… que Jolie nunca vería ni un centavo” de las ganancias de la bodega de vino.

Angelina no estaba obligada a vender su parte, pero ella quiso llegar a un acuerdo con su exesposo y negociaron durante meses, ya estaba casi lista la venta cuando Brad pidió que Angelina firmara la cláusula del silencio, lo que echó por la borda las negociaciones.

“Pitt sabía que gran parte de la riqueza y la liquidez de Jolie estaban ligadas a [su participación en la bodega] y usó ese hecho para tratar de obligar a Jolie a aceptar sus términos irrazonables”, decía la demanda.

Después de eso, Angie vendió su parte a Tenute del Mondo, la división de vinos del Grupo Stoli.

La demanda incluye acusaciones de gastos injustificados en la bodega, sin fines comerciales, por millones de dólares. Como una alberca que costó un millón de euros, la construcción de una sola escalera en el castillo y el gasto de varios millones en la reconstrucción de muros de piedra con albañiles de Croacia.

La demanda dice que todo eso se gastó a pesar de que Angelina no estaba de acuerdo.