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Twelve Moons presenta la historia de Sofía, una arquitecta de 40 años enfrentando una pérdida irreparable. En medio de un duelo silencioso, su mundo personal y profesional comienza a desmoronarse. Las dudas sobre su fertilidad, su feminidad y su propósito se entrelazan en una crisis existencial que la obliga a mirarse desde nuevas perspectivas.
La cinta, dirigida por Victoria Franco, encuentra su fuerza en lo íntimo. Lejos del melodrama, Twelve Moons construye un retrato honesto y matizado del dolor emocional, explorando con sensibilidad los rincones del alma femenina cuando los planes vitales se fracturan. Sofía no busca respuestas definitivas, sino formas de seguir caminando, de reconstruirse sin perderse a sí misma.
Con una carrera marcada por la dualidad entre lo comercial y lo autoral, Ana de la Reguera interpreta a Sofía con una sutileza conmovedora. Su actuación no necesita alzar la voz para ser poderosa. A través de miradas contenidas y silencios densos, encarna el viaje interno de una mujer que transita el dolor y la reinvención.
La actriz mexicana, reconocida por su versatilidad y su capacidad para dar vida a personajes complejos, reafirma aquí su compromiso con historias significativas. Twelve Moons le ofrece un espacio donde puede explorar a fondo emociones reales, lejos de los artificios.
Victoria Franco debuta en el largometraje con una propuesta profundamente personal. Tras su paso por el cortometraje y su experiencia como productora creativa en proyectos reconocidos, Franco da un paso adelante como autora.
Su mirada es delicada, paciente, sin prisas ni respuestas fáciles. Con una narrativa sobria y visualmente cuidada, logra hacer del cine un espacio de reflexión emocional.
Twelve Moons no ofrece soluciones, sino una compañía honesta para quienes han transitado pérdidas. Es cine hecho desde la entraña, que ilumina la oscuridad con compasión y verdad.
*IMAGEN: Cortesía
