Moda
Para como pintan las cosas, esta parece ser la definitiva.
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Quienes crecimos con la ola del estilo mainstream y el boom de los hipsters, ubicamos a American Apparel como una de las marcas favoritas de la gente cool de mediados de los 2000’s. Hace justo un año, se declararon en bancarrota y apenas en febrero, salieron de la zozobra; siete meses después, los rumores sobre un segundo quiebre financiero empiezan a circular.
La popularidad de la compañía californiana empezó a decaer por las numerosas acusaciones de acoso, racismo y malos tratos por parte de Dov Charney, quien fuera su CEO. Además, el mensaje sobre sexualizado de sus campañas no fue de gran ayuda para su imagen.
Este nuevo status significaría su venta a inversionistas y el posible cierre de 200 tiendas. Por otra parte, es claro que los millennials tienen sus intereses posados en otro tipo de firmas a la par que se fijan mucho más en la coherencia de cada paso que dan; algo que también ha puedo en entredicho la credibilidad de American Apparel quien asegura, promueve la inclusión laboral pero recientemente, se encargó de la maquila de prendas memorabilia para Donald Trump.