Alejandro Speitzer regresa con Straight, un drama que promete generar conversaciones profundas sobre identidad, amor y la lucha interna por vivir con autenticidad.

Dirigida por Gerardo González, la película adapta la obra teatral homónima de Scott Elmegreen y Drew Fornarola, que Speitzer ya protagonizó en 2018, dando un giro contemporáneo y cinematográfico a esta reflexión sobre la vida moderna.

La historia sigue a Roberto (Speitzer), un banquero exitoso de 32 años con una vida aparentemente perfecta. Tiene una carrera prometedora, un pasatiempo apasionante en el fútbol y una relación estable de seis años con Elia (interpretada por Bárbara López).

Alejandro Speitzer desafía etiquetas en Straight
Alejandro Speitzer desafía etiquetas en Straight

Sin embargo, Roberto comienza a cuestionar todo cuando, tras usar una app de citas, conoce a Cristian (Franco Masini), un joven de 20 años.

Este encuentro no solo despierta en Roberto emociones inesperadas, sino que lo enfrenta a preguntas difíciles sobre la vida que lleva y la que realmente desea. La trama navega entre el dilema de ser honesto consigo mismo y el costo de esa honestidad para los demás.

Además de Speitzer, el reparto destaca por su talento y experiencia en temas relevantes. Bárbara López, conocida por su papel en Amar a Muerte, aporta profundidad a Elia, mientras que Franco Masini entrega una actuación sensible y provocadora como Cristian, el catalizador de los conflictos de Roberto.

Alejandro Speitzer desafía etiquetas en Straight
Alejandro Speitzer desafía etiquetas en Straight

El regreso de Speitzer al proyecto no solo evidencia su compromiso con la historia, sino también su intención de desafiar narrativas convencionales y promover una discusión abierta sobre etiquetas y orientación sexual. “Straight invita a romper estigmas y comprender las complejidades del deseo humano”, comenta el actor.

El estreno, programado para el 21 de noviembre exclusivamente en salas de Cinépolis, promete ser más que un drama romántico. Straight es una exploración del autoengaño y las expectativas sociales, resonando con quienes alguna vez se han sentido atrapados en una vida que no refleja su verdadero yo.

La película también pone sobre la mesa debates necesarios sobre la representación LGBTQ+ en el cine, abogando por un enfoque libre de etiquetas y estigmas. Tal como señala Speitzer, “lo importante no es la orientación del actor, sino la humanidad del personaje”.

Con su mezcla de emociones, complejidad y honestidad, Straight es un imperdible para quienes buscan cine que desafíe y conecte profundamente.

*IMAGEN: Google Images