Moda
Cada cierto tiempo, la moda necesita respirar. Cuando una estética alcanza su punto máximo, otra surge para desafiarla.
Así, tras años dominados por el minimalismo pulcro de la clean girl era; cabellos recogidos, piel brillante y looks neutros al estilo Hailey Bieber, llega un nuevo manifiesto visual que grita libertad, textura y desorden intencional: el grunge chic.
Esta temporada nos invita a decir adiós al orden perfecto y hola a la imperfección estilizada. El grunge chic no busca pulir, sino provocar.
Nace del indie sleazecore y celebra lo imperfecto con un aire sexy y caótico. La piel se muestra más mate, el delineado es intencionadamente descuidado y los labios rojos regresan con furia. En palabras simples, la nueva estética de 2025 tiene garra.
El regreso del caos con estilo
El nuevo espíritu de la moda se siente en la calle y en las pasarelas. Las prendas de cuero, los jeans rotos, las transparencias y los cinturones metálicos marcan el renacimiento del biker brat look, una corriente que combina sensualidad con rebeldía. No se trata solo de vestirse, sino de expresar una actitud.
Rosalía, una de las principales abanderadas de este movimiento, lo deja claro en cada aparición. Su mezcla de chaquetas oversized, botas moto y maquillaje oscuro redefine lo que significa ser femenina y poderosa. “Ya no busco ser perfecta, busco ser real”, dijo recientemente en una entrevista.
Las nuevas musas del grunge chic
Charli XCX, Megan Fox y Olivia Rodrigo también se han convertido en íconos del grunge chic. Mientras Charli canaliza una energía punk futurista, Megan Fox abraza la sensualidad gótica con corsés y látex. Olivia Rodrigo, por su parte, lleva el espíritu adolescente del caos a la alfombra roja, combinando minivestidos de seda con delineados intensos y labios vino.
Un nuevo manifiesto de autenticidad
Más que una tendencia estética, este giro simboliza una respuesta cultural. En tiempos donde la perfección domina las redes, el grunge chic y el biker brat reivindican el poder del error, de lo real, de lo vivido.
La belleza deja de ser un filtro para volver a ser una historia. Imperfecta, honesta y radicalmente libre.
*IMAGEN: Google Images
