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Desde el castillo de Drácula hasta Portugal, una aerolínea te da la oportunidad de viajar y vivir la experiencia real.
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Cuando eras niña, soñabas con los cuentos de hadas y ahora que eres adulta, puedes cumplir el sueño de ser princesa al viajar. ¡Al menos por unos días!
KLM airlines ofrece tres destinos en la unión europea para las amantes de las historias con final feliz (o de terror) que buscan tener unas vacaciones fuera de este mundo. Te los compartimos:
- Neuschwanstein, Alemania
A dos horas de Múnich y sobre las montañas de Baviera, se encuentra esta imponente edificación cuya historia te será muy familiar. Sus colosales columnas y majestuosa apariencia, fueron inspiración para el castillo de la Bella Durmiente que se en 1955 se convirtió en emblema del primer parque de diversiones de Walt Disney, Disneyland.
Considerado como el castillo más fotografiado de Alemania, no necesitas más que volar de la ciudad de México a Ámsterdam, hacer conexión a Múnich y aventurarte a uno de los roadtrips más memorable que podrás tener.
- Palacio de Pena, Portugal
Portugal es uno de los países más bellos del viejo continente. Las postales que sus paisajes ofrecen te acompañarán todos los días de tu vida y este destino en particular, es un imperdible a tu visita.
A 20 minutos de Lisboa encontrarás el Palacio de Pena. Originalmente utilizado como monasterio, después se convirtió en ruinas y fue reconstruido en 1838 por el Rey Fernando II con el propósito de habitarlo.
Para conocer este reflejo fiel del romanticismo alemán, este castillo pintado de amarillo y rosa –para evidenciar lo viejo de lo nuevo– necesitas volar a Ámsterdam y después a Lisboa.
- Castillo de Drácula, Rumania
Uno de los más famosos y (probablemente) tu última opción de esta lista, es el castillo de Drácula en Transilvania. Aunque su nombre original es el Castillo de Bran, los rumores apuntan a que fue habitado por el conde vampiro.
Construído específicamente para fines militares combativos, es considerada una de las más importantes atracciones turísticas de Rumanía. La forma de llegar es tomando un vuelo de Ámsterdam a Bucarest y manejar dos horas desde la capital.
