Mucho hemos hablado sobre las musas de los noventa, pero seguro no te has percatado de que Salma Hayek también forma parte del moodboard. Sus apariciones en la alfombra roja siempre eran deslumbrantes —los diamantes nunca podían faltar.

La mexicana comenzó su carrera protagonizando Teresa en 1989, una telenovela en la televisión nacional. De ahí, solo le tomó un par de años para mudarse a Los Ángeles y perseguir su sueño de convertirse en estrella de Hollywood.

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Al estar en la meca del cine internacional, Salma quería impactar con sus raíces latinas adaptando el minimalismo a su figura y gusto. Los crop tops no faltaban en su guardarropa ni las prendas strapless o con tirantes spaghetti. Optaba por siluetas entalladas y escotes pronunciados que daban un sentido cautivador a sus outfits en tonos aperlados, neutros y rojo vibrante. En ocasiones, las faldas largas en organza o satín eran su mejor aliado.

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Sus accesorios merecen una mención honorífica; entre pashminas colgadas a los brazos, delicados collares de diamantes y bolsos extraordinarios, Salma concretaba sus looks. Y si nos abocamos a su beauty look, la veracruzana no escatimaba en agregar color a sus párpados con sombras en una gama pastel; los labios eran otra cosa, pues es ahí donde concentraba un tono con mayor pigmentación.

Con los noventa de regreso en la jugada de tendencias, Salma Hayek es una figura para tener en mente.

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