En el marco de Milan Fashion Week menswear, Donatella Versace sigue con el tributo a su hermano, Gianni Versace, y agrega una dosis inesperada de Keith Flint.

Donatella Versace lleva dos años reimaginando el legado de su hermano para las colecciones menswear y womenswear de la firma italiana. SS20 trajo un arsenal de detalles alusivos al Versace de los noventa, los más claros fueron aquellas campañas publicitarias de perfumería estampadas sobre T-shirts blancas y la firma del mítico diseñador sobre corbatas. Pero no solo fue un tributo al gran Gianni Versace, sino a Keith Flint, amigo de Donatella, y su trascendental estilo.

En la pasarela, los hombres se convirtieron en el integrante de The Prodigy. El pelo, muy al estilo desenfadado y extravagante como el del mismo Flint, fue como la cereza del pastel a una colección que buscó dar una visión más divertida de la moda —al final del camino. Keith Flint era eso—. Prendas en tie-dye, otras en cuero y los trajes ligeramente oversized con estampados de autos, estos últimos, como lo declaró Donatella, jugaron el papel de la primera fantasía de un hombre.

Aunque despegada del minimalismo y la sencillez que hoy se apodera de las pasarelas, Donatella Versace sabe cómo encantar a sus clientes. Siguiendo el fetichismo que en los noventa elevó la firma a un pedestal, la directora creativa sigue jugando con un as bajo la manga. Quizá sean las hermanas Hadid que, temporada tras temporada, caminan para la firma. O, probablemente, sea su inquietud por continuar reinterpretando el legado que dejó Gianni.

*IMAGEN: Getty Images