La restauración de las famosas habitaciones de Marie Antoinette en el Palacio de Versalles, finalmente reabrieron sus puertas el fin de semana pasado.

El Palacio de Versalles siempre ha sido una de las principales atracciones de Francia. Si pronto vas a emprender un viaje a París, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar las habitaciones renovadas de Marie Antoinette. Cada una se distingue por la arquitectura y decoración barroca, el estilo predilecto durante el siglo XVII antes de la Revolución Francesa.

En aquellas atestadas recamaras, la reina acostumbraba a pasar el tiempo leyendo o recibiendo invitados ultra VIP. La mejor evidencia moderna que quizá tenemos sobre la opulenta vida de la monarca, es el emblemático filme de Sofia Coppola protagonizado por Kirsten Dunst.

Aunque cada habitación quedó intacta desde la muerte de Marie Antoinette, en el siglo XVIII fue modificada de acuerdo al gusto de la persona que lo habitaba. Con el paso del tiempo, los minuciosos detalles que componen las paredes, el techo y los muebles, se han deteriorado. Sin embargo, la última renovación que duró tres años y costó aproximadamente €500 millones.

La recámara principal, donde Marie Antoinette dormía, mantiene la estética personal de las tres reinas que lo ocuparon, las partituras del techo de Maria Theresa y los paneles de madera de Marie Leszczynska son elementos que María Antonieta mantuvo. Muchas piezas fueron reemplazadas como el sofá, los barandales y las telas que colgaban de la cama, pero siguen respetando patrones y estilo barroco de la época.

El Nobles´Room es el cuarto donde las tres reinas pasaban gran parte de su tiempo con visitas y damas de compañía. Esta habitación fue reimaginada, las paredes fueron retapizadas en un tono verde y enmarcadas en dorado complementándose con una nueva y magnífica colección de muebles.

El Royal Table Antechamber fue otra de las restauradas. Tradicionalmente, este era el cuarto en donde solo la familia real podía comer. Algunos de los detalles fueron cambiados y trabajados gracias a un patrocinio de Martell & Co.

Por último, el Guard Room es el único que mantiene toda la estética original del siglo XVII. La reina no pasaba mucho tiempo en este cuarto y es por eso que no se han necesitado extremas modificaciones. Se mantuvieron los paneles de mármol y las pinturas que se llevaron al palacio desde 1680.

A través de la cuenta oficial del recinto en Instagram, pudimos tener un behind-the-scenes y ver algunos detalles antes de la anticipada esperada inauguración.

 

*IMAGEN: Cortesía del Palacio de Versalles