La obscura y fantasiosa estética de Guillermo del Toro, nos da una lección: ser mexicano es símbolo de orgullo y felicidad.

¿Qué quiere decir “soy mexicano”? El domingo por la noche, luego de ganar el Golden Globe a Mejor Director por “The Shape of Water“, ser mexicano cambió su razón de ser. Y es que además de callar la música durante su discurso de agradecimiento con la frase, “por favor, bajen la música. Me ha tomado 25 años”, el galardonado director, Guillermo del Toro, respondió la pregunta de muchos en los Estados Unidos de Trump, ¿qué se siente ser mexicano?

Como creador de historias fantasiosas que nos colocan en mundos utópicos y completamente alejados a los que estamos acostumbrados a ver tanto en la pantalla chica como en la grande, del Toro hizo énfasis en la cultura e imaginación mexicana: “hay mucho que contar, y un contar muy mexicano”.

El aclamado director se ha consagrado como una iconografía de la esencia de los sueños surreales con manifiestos políticos y sociales. Crear desde un punto de vista, no sólo creativo, sino objetivo, es el motto de del Toro. Empaparse de lo que nos rodea y evitar la superficialidad es quizá lo que hace a este artista tan exitoso.

Pero el momento cumbre de esta serie de preguntas y respuestas vino cuando una periodista le preguntó: “Tú realmente entiendes y tienes una extraordinaria habilidad de ver a través del lado sombrío al lado obscuro de la naturaleza humana, y fantasía y terror. Pero también eres una persona muy alegre y cariñosa. ¿Cómo encuentras ese balance?”

Sin deber ni temer, del Toro orgullosamente contestó:

“Soy mexicano. ¿Y sabes? Nadie ama la vida más que nosotros, en un sentido, porque estamos conscientes de eso. Así que la divinidad de la vida, parada de un lado a otro, es al lugar a donde vamos todos. Todos en este planeta abordaron un tren que dice ‘destino final: la muerte’. Así que en el camino, vamos a vivir. Vamos a tener belleza y amor y libertad. Y creo que cuando eliminas uno de los dos lados de la ecuación, es un panfleto. Cuando tomas en cuenta la luz para contar la obscuridad, es realidad”.

Y sí, a todos se nos pone la piel “chinita” cuando lo escuchamos. ¡Bravo, Guillermo!

*IMAGEN: Getty Images