Mont-Tremblant se traduce en lujo natural siendo uno de esos destinos que enamoran a primera vista. Ubicado en las Laurentides, Canadá, su ritmo estacional permite vivir la montaña a través de dos atmósferas completamente distintas: la calidez cromática en el otoño como antesala a la magia blanca del invierno. En cada una, la experiencia es profundamente sensorial, estética y emocional, perfecta para quienes buscan viajar con intención, estilo y un toque de sofisticación.

Otoño en Mont-Tremblant: una paleta de colores que transforma cada experiencia.

Durante todo el año Tremblant ofrece diferentes panorámicas inolvidables pero es en el segundo semestre entrado el otoño, en que sus bosques característicos se tiñen de tonos oro, ámbar y carmín. La montaña se convierte en un escenario cinematográfico que invita a pasear, fotografiar y contemplar.

La góndola panorámica revela un mosaico de colores que parece pintado a mano, mientras que los paseos en bicicleta o a pie permiten sentir el crujir de las hojas y respirar aire fresco en rutas que se adaptan a cada ritmo.

Las experiencias sensoriales continúan en el crucero por el Lago Tremblant, donde el reflejo del follaje sobre el agua crea un efecto espejo perfecto para una tarde relajada. Para las amantes de la adrenalina elegante, Ziptrek Écotoursofrece la oportunidad de volar sobre el bosque y ver el otoño desde una perspectiva completamente diferente.

Al caer la noche, Tonga Lumina se convierte en la joya del destino: un sendero iluminado que mezcla arte, música, luz y naturaleza para contar la leyenda del gigante protector de la montaña. Una experiencia poética y profundamente emocional.

Invierno en Mont-Tremblant: lujo, confort y aventura en un escenario blanco

Con la llegada de la nieve, Tremblant revela su faceta más chic. El resort se cubre de blanco y ofrece un invierno lleno de magia: pistas impecables para disfrutar el esquí alpino, caminatas con raquetas entre bosques nevados, paseos en trineo de perros y tardes de patinaje sobre hielo bajo luces cálidas.

Las amantes del bienestar encontrarán refugio en los spas escandinavos al aire libre, donde el contraste entre agua caliente y nieve crea una sensación de renacimiento físico y emocional. Las terrazas, cafés y bares del après-ski completan la experiencia con música, coctelería y ese ambiente europeo que mezcla moda, lifestyle y relax.

Eventos de temporada: música, celebración y elegancia

El otoño vibra con Mélodies d’Automne, conciertos al aire libre perfectos para acompañar una caminata por el pueblo peatonal. También destaca la carrera La Classique Tremblant, llena de espíritu deportivo rodeado de paisaje idílico.

En invierno, la sofisticación continúa con la PwC Tremblant World Cup, una cita internacional del esquí alpino femenino; el evento caritativo 24h Tremblant; las fiestas del Après-Ski Tremblant y el mítico Party au Sommet, donde la cima de la montaña se convierte en un escenario con DJs, BBQ y vistas inolvidables.

 

 

Por qué Mont-Tremblant es el destino perfecto para una escapada única

Más que uno de los destinos de montaña más prestigiosos de América del Norte, es un enclave donde el lujo natural se mezcla con experiencias memorables, una estética impecable y una atmósfera diseñada para reconectar con el cuerpo y el propio estilo. Aquí se viaja con calma, se siente con intensidad y cada estación se vive como una pieza de arte en movimiento.