La magia del cine y la emoción de un regreso muy esperado se fusionaron en el histórico Colegio de San Ildefonso, donde Guillermo del Toro presentó su nueva obra maestra: Frankenstein. La tarde del 3 de noviembre, la Ciudad de México se llenó de admiradores, flashes y un aire de orgullo nacional. El ganador del Oscar volvió a casa para compartir un proyecto que, según sus palabras, “habla del perdón, la paternidad y el anhelo de pertenecer”.

El recinto, cuna del arte y la reflexión, fue el escenario ideal para celebrar este relato gótico que reinterpreta la clásica historia de Mary Shelley desde una perspectiva profundamente humana. Entre los asistentes se encontraban Oscar Isaac y Jacob Elordi, protagonistas del filme, quienes desfilaron por la alfombra roja antes de un encuentro íntimo con los fans.

Del Toro, fiel a su esencia, derrochó calidez y carisma mientras se tomaba fotografías y firmaba autógrafos. “Me emociona más allá de las palabras estar en mi país presentando Frankenstein, un sueño que he tenido desde que era niño”, confesó el director ante una ovación que llenó el anfiteatro Simón Bolívar.

Guillermo del Toro ilumina México con Frankenstein
Guillermo del Toro ilumina México con Frankenstein

Tras la proyección, Del Toro se unió a Ted Sarandos, CO-CEO de Netflix, junto a Isaac y Elordi para compartir una conversación sobre el proceso creativo. Oscar Isaac reveló que el proyecto nació de una charla muy personal con el cineasta: “Guillermo me habló sobre nuestros padres, la religión y el dolor. Cuando leí el guion, me conmovió hasta las lágrimas”.

Por su parte, Elordi describió la experiencia como transformadora. “Interpretar a la criatura fue un desafío físico y emocional, pero también un viaje lleno de alegría y empatía”.

Guillermo del Toro ilumina México con Frankenstein
Guillermo del Toro ilumina México con Frankenstein

Del Toro emocionó al público al recordar uno de los momentos más simbólicos del rodaje: “Cuando Jacob entró a la cabaña, lo tomé de la mano y sentí que la criatura que soñé de niño acababa de cobrar vida”.

El evento cerró con una ovación prolongada. Sarandos destacó la relevancia global del director: “Guillermo ha llevado el nombre de México al mundo y sus películas son patrimonio de la imaginación universal”.

Entre luces, aplausos y emoción, la capital mexicana fue testigo de una velada inolvidable, una en la que el monstruo más famoso del cine renació bajo la mirada poética de su nuevo creador.

*IMAGEN: Google Images