Moda

La pasarela del Volvo Fashion Week México vibró con energía y sensibilidad gracias a las propuestas de 1/8 Takamura y Yakampot, dos firmas que continúan trazando el mapa contemporáneo de la moda mexicana. Este año, sus colecciones “Carnaval” y “Sin Más” se entrelazaron en un diálogo visual sobre el renacimiento, la calma y la belleza que florece en lo esencial.
“Carnaval”, de 1/8 Takamura, es una celebración de la vida y el tránsito emocional que existe entre la oscuridad y la luz. “Antes del amanecer somos más noche que nunca”, expresa el manifiesto de la colección.
Y así se siente: una explosión poética de texturas y movimiento. Los looks se construyen como si emergieran de un sueño ancestral. Capas livianas, siluetas fluidas y bordados que parecen relatar mitos olvidados se funden en una danza de materiales nobles como lino, algodón y seda.
La paleta cromática combina negros y blancos , evocando el espíritu etéreo. Cada pieza tiene una narrativa propia: pliegues que sugieren metamorfosis, transparencias que invitan al misterio, y detalles artesanales que convierten la tradición en vanguardia. En palabras del equipo creativo, esta colección es “un tránsito de emociones, un viaje que celebra la caída tanto como el vuelo”.
En contraste, Yakampot apostó por la serenidad y la introspección. Su colección “Sin Más”, creada por Concepción Orvañanos y Mariángeles Reygadas, es una invitación a soltar y volver a lo esencial. Inspirada en la Rosa de las Nieves, esa flor que sobrevive incluso cuando su exterior se marchita, la propuesta de Yakampot respira ligereza y sutileza.
Las telas lana ligera, lino, seda y fibras naturales, envuelven el cuerpo con elegancia despreocupada. Los vivos como rojos, mostazas, azules y naranjas se funden con matices de arena, perla y lavanda pálido, creando un universo íntimo y táctil.
Los bordados artesanales, discretos pero llenos de intención, dialogan con una feminidad madura que abraza lo imperfecto y celebra la autenticidad.

En conjunto, 1/8 Takamura y Yakampot trazan un manifiesto sobre el poder de lo hecho en México: una moda que observa, que siente y que transforma. Desde la exuberancia hasta la quietud, ambas firmas confirman que el diseño mexicano no solo sigue creciendo, sino que late con fuerza propia en cada puntada, en cada historia que se viste.
*IMAGEN: Cortesía