Moda
Durante el Volvo Fashion Week México, Cancino presentó su colección número 13 titulada “Cómo criar monstruos marinos”, una propuesta que desborda poesía visual y profundidad conceptual. Más que una serie de prendas, la colección se percibe como una meditación sobre la creación, el error y la aceptación.
En palabras del propio diseñador, esta entrega “nace desde la libertad de crear y la necesidad de reconectar con la esencia que nos ha guiado durante estos seis años y medio”. Esa esencia se traduce en una pasarela que respira calma, movimiento y una emoción contenida, casi marina.
Las siluetas amplias y orgánicas evocan cuerpos en flotación, prendas que se mueven con la cadencia de las olas. Los materiales gasas, sedas y mezclas con texturas táctiles componen una narrativa visual que juega entre la ligereza y el peso emocional. Los detalles artesanales, los pliegues marcados y los bordados sutiles hablan de tiempo, paciencia y memoria.
La paleta cromática se mueve entre azules profundos, negros que sugieren abismos y un rosa palo que ilumina la propuesta con un tono de reconciliación. Este matiz aporta un contraste delicado que suaviza el dramatismo y traduce el mensaje central de Cancino: aceptar lo que somos, incluso nuestras sombras, con serenidad y belleza.
Cada salida en la pasarela parecía un fragmento de un sueño submarino. Los pantalones amplios y fluidos, las camisas escultóricas y los vestidos con volúmenes inesperados transformaron el espacio en un océano silencioso donde la forma y la textura dialogaban con naturalidad.
En esta colección, Cancino continúa su búsqueda por equilibrar la estructura y la emoción, mostrando que la moda puede ser refugio y manifiesto al mismo tiempo. “Cómo criar monstruos marinos” no intenta domar al caos, sino abrazarlo; no busca la perfección, sino la autenticidad de lo vivo.
Así, el diseñador reafirma su lugar como una de las voces más sensibles y coherentes de la moda mexicana contemporánea. Su trabajo nos recuerda que la verdadera elegancia no reside en el control, sino en la capacidad de soltar.
*IMAGEN: Cortesía
