Moda

El concepto de “layering” – es decir, superponer capas con intención – ha dejado de ser mera funcionalidad contra el clima, para convertirse en una tendencia de vestimenta en esta época del año. Lo que parece solo un montón de ropa, cuando se hace bien, revela dominio del estilo, la proporción y la textura.
Varias famosas han hecho de esta técnica su sello distintivo, demostrando que el layering puede elevar un look al nivel de la narrativa visual, al mismo tiempo que ofrece la protección adecuada contra el clima.
Tomemos el caso de estrellas como Kendall Jenner, Anne Hathaway o Jennifer Lawrence, quienes optan por y adaptan constantemente esta tendencia. En sus atuendos se ve con claridad la estrategia: una blusa liviana de seda bajo un corset, un vestido slip encima de una camiseta de algodón, o un blazer sobre prendas livianas de distintos largos.
Estas celebridades dominan el “orden” del layering, que debe comenzar con piezas ajustadas o ligeras, seguir con capas intermedias y, finalmente, una capa externa que aporte estructura. Así crean profundidad visual sin perder armonía. Es precisamente esta combinación controlada de volúmenes y siluetas la que logra convertir lo que podría parecer desordenado en un discurso de moda elegante.
Para muchas de ellas, las mezclas de texturas son el elemento clave. Contrastar materiales como la lana con la seda, el tul con el cuero o incluso superponer transparencias con tejidos densos les da esa riqueza táctil que seduce.
En el contexto de 2025, la paleta neutra – beige, blanco, gris – sigue siendo la base sobre la cual se insertan acentos de color para romper la monocromía sin caer en el exceso.
El layering también brinda versatilidad para adaptar looks según el momento del día. Para eventos diurnos, optar por una camisa blanca larga bajo un sweater liviano, combinado con pantalones rectos y rematando con un trench ligero, es la opción. En cambio, para salidas nocturnas, elegir un vestido lencero sobre una blusa de tul transparente y rematar con un abrigo XXL, es una excelente elección. En ambos casos, tres capas bien pensadas superan con creces la acumulación distraída de varias piezas sin cohesión.
Pero más allá de su destreza estilística, las celebridades que dominan el layering han convertido esta técnica en una práctica de consumo inteligente y sostenible. Al reutilizar y combinar prendas que ya tienen en el armario, multiplican las posibilidades sin aumentar el gasto.