Moda

La reciente presentación de la colección primavera-verano 2026 de Saint Laurent en París ofreció una lección magistral de estilo, poder y sutileza. En un escenario tan emblemático como la Torre Eiffel, Anthony Vaccarello logró consolidar la herencia gloriosa de la maison mientras exploraba la feminidad contemporánea en todas sus facetas.
El front row fue un desfile de personalidades y elegancia. Carla Bruni, Zoe Kravitz, Lila Moss y la icónica Madonna captaron todas las miradas, demostrando cómo Saint Laurent sigue siendo un referente del glamour global. Cada invitada no solo asistió al espectáculo, sino que se convirtió en parte del relato visual del desfile.

La camisa lavallière, reinterpretada con sofisticación, se consolidó como un símbolo de identidad y fuerza femenina. Por otro lado, el uso del cuero reafirmó el poder intrínseco de la maison y su capacidad de transformar prendas clásicas en piezas icónicas.
La colección mostró contrastes audaces, donde la suavidad se encontró con la contundencia, y la delicadeza con la provocación. Este juego de opuestos permitió que la pluralidad de la feminidad se evidenciara con claridad. Anthony Vaccarello dejó claro que la identidad contemporánea no es uniforme, sino una superposición de capas que se complementan y se desafían al mismo tiempo.

Además de la moda, el desfile ofreció un espectáculo visual lleno de dramatismo. Cada detalle, desde la iluminación hasta la música, estuvo pensado para resaltar la libertad estética que caracteriza a Saint Laurent. Las invitadas, conscientes de su papel, se integraron perfectamente en este entorno donde cada mirada y cada gesto sumaban al relato de la colección.
La cita en la Torre Eiffel recordó a todos los presentes que Saint Laurent no solo celebra la moda, sino también la diversidad de estilos y personalidades. En este desfile, cada invitada fue un testimonio vivo de cómo la maison continúa explorando la feminidad desde una perspectiva inclusiva, audaz y moderna.

La pasarela primavera-verano 2026 se convirtió así en un espacio donde la tradición y la innovación se encontraron, consolidando a Saint Laurent como una maison que sigue marcando el ritmo de la moda internacional. La fuerza de sus prendas y la sofisticación de sus invitadas dejaron una impresión duradera, reafirmando que la moda es también un acto de libertad y expresión personal.
*IMAGEN: Google Images