Entrevistamos a la diseñadora española en el marco de Luxury Lab en la Ciudad de México.

En cada aparición, Agatha Ruiz de la Prada confirma que su universo creativo sigue siendo inagotable. Con sus colores vibrantes y su ironía lúdica, la diseñadora española volvió a México para participar en Luxury Lab, donde compartió no solo su visión de la moda, sino también una reflexión íntima sobre lo que la inspira hoy y cómo percibe la efervescencia cultural del país.

“A mí me apasiona la arquitectura mexicana, los restaurantes, la comida…”, confiesa con entusiasmo. Su mirada se detiene en los detalles que dan identidad a México y que, en su opinión, lo han convertido en un epicentro creativo. “Hubo un momento en que la comida mexicana estaba muy americanizada, pero cuando cogió sus raíces se volvió una de las más importantes del mundo. Aquí ves los hoteles más bonitos, los restaurantes… y en ese momento en que México empieza a despegar, la moda floreció”.

AGATHA RUIZ DE LA PRADA DESFILE

Y ella lo ha vivido de primera mano: “Yo he podido hacer aquí 50 desfiles o más. He estado en Fashion Weeks en Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, San Miguel de Allende, Aguascalientes, Puebla… y en muy pocos países hay ese amor a la moda que hay aquí”, asegura, reconociendo el impulso que México le ha dado a su carrera.

El legado familiar y una nueva etapa

Hablar de Agatha Ruiz de la Prada hoy es hablar también de su familia, de una marca que lleva décadas en la escena internacional y que ahora tiene a la siguiente generación como parte esencial de su historia. Su hija Cosima, quien ya colabora activamente en la firma, representa el futuro del sello.

Mientras tanto, la propia Agatha atraviesa un momento que define como un renacer personal y creativo. Con los hijos mayores e independientes, la diseñadora dice estar entregada al trabajo con una pasión inédita: “Me ha dado un ataque de locura que es trabajar cada día más. Antes tenía niños pequeños, ahora puedo trabajar todo lo que me dé la gana. Estoy aprovechando para trabajar más que nunca en mi vida”.

Incluso su hijo Tristán, que recientemente se convirtió en padre, comienza a acercarse al proyecto con otra perspectiva: “Se está entusiasmando, pero no tiene ese entusiasmo que tengo yo, que no es normal”, confiesa divertida.

El futuro de Agatha Ruiz de la Prada

Este “ataque de locura”, como ella lo llama, es también un recordatorio de la capacidad de reinventarse. A lo largo de su carrera, Agatha ha mantenido una voz inconfundible en la moda internacional y hoy, con México como escenario, encuentra nuevas motivaciones. “La verdad es que sí, estoy en un momento de locura creativa, no sé cuánto durará, pero lo estoy disfrutando más que nunca”.

Su paso por Luxury Lab en la Ciudad de México fue una celebración de esa vitalidad: la de una diseñadora que sigue brillando con la misma intensidad que los colores que la han hecho inmortal.