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Disney+ estrenó recientemente Quebranto, un thriller dramático que ya es una de las producciones más comentadas del momento. Entre su elenco internacional destaca la actriz de ascendencia mexicana Lucía Gómez-Robledo, quien interpreta a Victoria Lara, una mujer poderosa, ambiciosa y sin remordimientos, que se convierte en uno de los pilares oscuros de la historia.
En entrevista exclusiva con Grazia México y Latinoamérica, Gómez-Robledo compartió los detalles de cómo llegó a este proyecto, lo que significó para ella enfrentarse a su primer papel de villana y cómo se preparó para dar vida a una mujer marcada por el poder y la violencia.
Un casting entre sombras y coincidencias
El camino hacia Quebranto no fue inmediato. “El primer casting lo hice en Holanda, mientras estaba en el Festival de Rotterdam para una película que se estrena ahorita en octubre, que se llama Una Historia de Amor y Guerra. Tenía que mandar el self-tape desde el hotel, con una luz pésima, y pensé que lo iban a descartar. Para mi sorpresa, me llamaron a un callback presencial y después a pruebas de química con distintos actores”, recordó. Fue ahí donde coincidió con Sebastián Silvetti, quien terminaría interpretando a su hermano en la ficción. “Encontrar un amigo en medio de un proceso tan estresante fue un alivio. Creo que esa complicidad se refleja en pantalla”.
Tras cuatro meses de audiciones y espera, recibió la confirmación, y dos meses después ya estaba en el set lista para encarnar a Victoria, un personaje radicalmente distinto a todo lo que había hecho antes.
El desafío de ser la villana
Para Gómez-Robledo, asumir un rol como el de Victoria significó un giro en su carrera. “Nunca había interpretado un personaje dramático de este tipo, alguien a quien podrías describir como mafiosa, parte de una familia que protege a los suyos y ve al resto del mundo como enemigo. Me emocionó que pensaran en mí para un papel tan distinto a lo que había hecho antes”.
La actriz reconoce que Quebranto representó un reto no solo actoral, sino personal. “Toda mi familia son abogados, defensores de derechos humanos, y yo estaba interpretando a una mujer que maneja prostíbulos y participa en trata de personas. Al inicio me costó trabajo pensar, ‘¿cómo voy a hacer esto creíble?’… pero entendí que para Victoria eso es normal, porque creció en ese universo. Esa fue la clave: dejar de juzgarla y encontrar su humanidad dentro de esa lógica”.
Una líder sin redención
Victoria Lara no está escrita para ser querida por el público, y Gómez-Robledo lo asume con claridad. “Es un personaje serio, frío, ambicioso. No tiene puntos de redención evidentes, ni sentido del humor como otros. Está diseñada para caer mal, y eso es parte de su fuerza. No busco que la audiencia la ame, sino que la entienda en sus propios términos”.
Para lograrlo, trabajó de la mano con el director Bernardo de la Rosa y con el equipo creativo. “Tuvimos sesiones de ensayo para analizar la dinámica familiar, el peso del abuelo, de los tíos, de los hermanos. Eso me ayudó a comprender por qué son como son y a darle a Victoria una lógica interna”.
El poder en la ficción
Aunque en su vida personal está en contra del uso de armas, la actriz confesó que la experiencia de filmar escenas de acción fue fascinante. “Jamás estoy de acuerdo con portar armas, me horroriza, pero en la ficción es divertidísimo. Fue emocionante trabajar con el armero y hacer escenas que nunca me habían tocado”.
Parte de lo que más disfrutó fue descubrir la sensación de tener poder a través de Victoria. “Ella no tiene que levantar la voz para que la obedezcan, tiene autoridad por ser quien es. Dar órdenes con esa naturalidad fue divertido; entiendo por qué la gente se puede enloquecer un poco con el poder”.
Orgullosa del resultado
Después de ver la serie terminada, Gómez-Robledo no oculta su entusiasmo. “Me parece espléndida. La fotografía de Rocco Rodríguez es magistral, la música es espectacular y el misterio está contado de forma brillante. Cada personaje tiene un arco interesante, desde Miranda, con toda la fragilidad de su salud mental, hasta Emiliano Lara, que tiene un desarrollo increíble. Estoy muy orgullosa de lo que logramos”.
Lo que viene
Lejos de intimidarla, esta primera experiencia como villana abrió un nuevo horizonte en su carrera. “Ojalá me toquen más personajes de este tipo. Denme todas las villanas, las simpáticas y las no simpáticas. Creo que es muy importante interpretar personajes oscuros, aunque sean difíciles de habitar. Eso te obliga a ponerte en zapatos muy distintos, y ahí está el verdadero reto actoral”.
Con Quebranto, Lucía Gómez-Robledo confirma su versatilidad y su disposición para adentrarse en personajes incómodos, complejos y desafiantes. Una apuesta que, sin duda, marcará un antes y un después en su trayectoria.