Moda

En 2025, la princesa Charlotte ha reafirmado su presencia pública a través de un estilo auténtico que fusiona la nostalgia de los clásicos británicos con tendencias contemporáneas. A sus 10 años, cada look evidencia una elegancia pensada y llena de encanto.
En el desfile del Trooping the Colour, Charlotte apareció acompañando a su madre, Kate Middleton. Ambas lucieron tonos turquesa y aguamarina, con vestidos coordinados y Mary Janes blancas. La pequeña lució un vestido azul claro con cinturón blanco y peinado con trenzas que remató un efecto “mini‑me” sofisticado, mostrando sin esfuerzo elegancia y coherencia visual.
Durante la final de la Euro 2025 femenina, en Suiza, Charlotte apoyó a la Selección Inglesa vistiendo un vestido azul marino con lunares blancos y mangas de volantes.
Completó su look con zapatos blancos clásicos y un cardigan ligero. También lució cabello liso con raya en medio, marcando un look moderno y urbano adaptado a su edad. ese vestido ya lo había usado en Wimbledon 2024, lo que sugiere un enfoque sostenible integrado al armario real.
En otro evento significativo, Charlotte reveló un abrigo tartán inspirado en la tradición británica, combinado con un vestido de cuello con volantes y un pequeño broche clásico. Los tonos oscuros y motivos discretos reforzan un estilo maduro para su edad, que equilibra tradición con actualidad.
En diferentes apariciones públicas, se apreciaron lazos sutiles con la estética de Diana de Gales y la línea visual clásica de Kate. Polka dots, lazos en el cabello y vestidos preppy transmiten una coherencia de estética familiar que se proyecta con naturalidad.
Charlotte transmite estilo con moderación: favorece tonos azules clásicos, detalles delicados como cinturas atadas y diseño limpio sin exceso.
Su calzado, siempre en Mary Janes o bailarinas blancas, refuerza una imagen pulida sin sobrecarga visual. El conjunto general encarna una idea de moda infantil donde menos es más, sin renunciar al impacto visual.
Este estilo no busca protagonismo mediático sino autenticidad. Su narrativa cromática y estética encarna armonía familiar, herencia estilística y atención al detalle. Charlotte parece liderar un nuevo capítulo en la moda infantil real, donde la elegancia crece con discreción.
En sus apariciones públicas de 2025, la princesa no solo acompaña a su madre. Despliega una presencia sosegada, madura para su edad y elegante con propósito, que la convierte en un referente de estilo real.