Moda

¿Puede un par de zapatillas capturar la esencia de un lugar? En el caso de la nueva Gazelle Cabo Rojo de adidas Originals y Bad Bunny, la respuesta es clara. Esta edición especial logra emocionar, contar una historia y transformarse en una pieza de deseo mundial.
Benito Antonio Martínez Ocasio, mejor conocido como Bad Bunny, vuelve a sorprender con esta colaboración que convierte a un rincón del Caribe en un icono del streetwear global. Cabo Rojo, una joya natural de Puerto Rico, se traduce en diseño y color para llegar a todas partes.

Tras los lanzamientos exclusivos de El Yunque y Santurce, la nueva versión en rosa vibrante de Cabo Rojo se convierte en el tono estrella de la serie Gazelle City. Lo que distingue esta campaña es la participación de adultos mayores puertorriqueños, quienes representan la memoria y el alma de esta tierra. No es un simple detalle; es la esencia misma que estas zapatillas buscan transmitir.
La colección estará disponible globalmente a partir del 26 de julio, y representa mucho más que una zapatilla. Es una carta de amor, un gesto cultural que trasciende el diseño para convertirse en narración y experiencia. La alianza entre adidas Originals y Bad Bunny une una herencia deportiva con una visión artística que va más allá de la moda.

El contexto de esta colaboración se ancla en la residencia del artista en el Coliseo de Puerto Rico, No me quiero ir de aquí, que agotó 400 mil entradas en pocas horas. Desde allí surgió la inspiración para crear una línea que honra el territorio, la comunidad y la memoria de su tierra natal.
Mientras El Yunque, con sus tonos verdes, y Santurce, en naranja vibrante, permanecen como exclusivas puertorriqueñas, Cabo Rojo se lanza al mercado mundial para compartir la energía y la historia de Puerto Rico.

Esta zapatilla no solo marca una tendencia, sino que reafirma una verdad profunda: la moda puede ser también un lenguaje emocional y geográfico.
Si has seguido la carrera de Bad Bunny, sabrás que cada proyecto suyo va más allá del arte. Esta colección es otra prueba de que el diseño puede ser un vehículo de identidad y orgullo. Ahora solo queda preguntarte, ¿estás listo para caminar con historia?
*IMAGEN: Cortesía