La industria del lujo vive un cambio significativo con la salida de François-Henri Pinault como director general de Kering, uno de los grupos más influyentes del sector, matriz de firmas como Gucci, Saint Laurent y Bottega Veneta.

Tras dos décadas de una transformación audaz y estratégica, Pinault cede el relevo al ejecutivo italiano Luca de Meo, reconocido por su liderazgo en el sector automotriz, particularmente al frente de Renault y Volkswagen.

Este relevo marca un hito en la historia de Kering. Por primera vez, un outsider de la moda toma el timón de un conglomerado de lujo. La decisión, aunque arriesgada, no sorprende viniendo de un líder que ha sabido construir su legado rompiendo moldes.

François-Henri Pinault Deja Kering
François-Henri Pinault Deja Kering

Desde que asumió el mando en 2005, Pinault centró el enfoque del grupo en el lujo, alejándose del consumo masivo y consolidando su reputación a través de apuestas valientes por creativos entonces desconocidos, como Alessandro Michele o Demna Gvasalia.

Bajo su liderazgo, Kering no solo duplicó su facturación, sino que también se posicionó como referente en sostenibilidad, prohibiendo el uso de pieles y promoviendo el Fashion Pact, una alianza por la transición ecológica en la moda. Sin embargo, los últimos años han sido desafiantes: la salida de Michele, polémicas de reputación, caída del consumo en Asia y una depreciación bursátil del 50% en cinco años.

La entrada de Luca de Meo promete una visión renovada. Su experiencia estratégica, aunque ajena al lujo, puede aportar nuevas metodologías y revitalizar la cultura corporativa. Pinault, que seguirá como presidente del consejo, ha rodeado al nuevo CEO de figuras clave del grupo, como Francesca Belletini y Jean-Marie Duplaix, para asegurar la continuidad del ADN creativo de Kering.

François-Henri Pinault Deja Kering
François-Henri Pinault Deja Kering

El nuevo capítulo del conglomerado será observado con lupa por toda la industria. En un momento donde la saturación mediática, la inflación de precios y el desgaste de las grandes marcas desafían al lujo, la reinvención es imperativa.

El legado de Pinault demuestra que los grandes cambios nacen de decisiones no convencionales. Ahora, la gran incógnita es si la apuesta por la “fertilización cruzada” entre sectores será suficiente para reencantar a un consumidor cada vez más exigente.

*IMAGEN: Google Images