Moda

Bvlgari, la maison romana por excelencia, da un paso audaz en su narrativa con el lanzamiento de Reborn Series: Iconic Stories, una serie digital que redefine la palabra “icono”.
Este ambicioso proyecto forma parte de Eternally Iconic, una campaña que celebra las colecciones atemporales de la casa, profundamente arraigadas en la herencia cultural de Roma y el arte de la evolución constante.
La serie abre con un episodio protagonizado por Zendaya, actriz, activista y Embajadora Global de Bvlgari, quien se convierte en el símbolo inaugural de esta travesía introspectiva.
Bajo la dirección de Chealse McMullan, el episodio, lanzado el 9 de junio a través de los canales sociales de la marca, nos invita a adentrarnos en el viaje personal y profesional de Zendaya: un proceso de transformación, autenticidad y propósito.
Más allá de las joyas brillantes o la fama internacional, Zendaya encarna la idea del renacer contemporáneo. Su historia, narrada con honestidad y sutileza visual, traza una línea entre la reinvención y el arraigo, entre la evolución personal y la construcción de un legado con resonancia atemporal.
Es precisamente esta dualidad la que hace de la serie Reborn una propuesta relevante en el mundo de la moda y la cultura.
El formato documental de Reborn Series trasciende el marketing tradicional. Aquí, la joyería no solo adorna: es testigo y símbolo de transformación. A lo largo de los episodios, que continuarán estrenándose con diferentes talentos del universo Bvlgari, la maison refuerza su compromiso con historias humanas, con la belleza que nace del cambio y con la autenticidad como máxima sofisticación.
La elección de Zendaya como figura inaugural no es casual. A sus 27 años, su trayectoria es prueba de que la evolución no tiene edad, y que ser ícono no es un título, sino un proceso constante de autoafirmación. En ella, Bvlgari encuentra un espejo contemporáneo de su propia historia: una marca que ha sabido adaptarse sin renunciar a su esencia.
Reborn Series no solo celebra joyas: celebra a quienes las hacen eternas. Porque ser icónico no es brillar una vez, sino renacer una y otra vez, con propósito, arte y alma.
*IMAGEN: Cortesía