Es desde la isla italiana donde se concentra el olor a mar y a limón, donde los yates rodean sus bahías, donde quienes la visitan lucen un bronceado intenso y perfecto mientras recorren calles estrechas y laberínticas por las que apenas caben los peatones en ambos sentidos, y donde, milagrosamente, todos se orillan para dejar pasar —literal— un carrito. Es ahí, en Capri, donde Dolce & Gabbana celebra el 25 aniversario de una fragancia icónica: Light Blue.

La costa Amalfitana presume un paisaje imponente: enormes acantilados contienen el majestuoso rebote de las olas del mar Tirreno. La visión de Domenico Dolce y Stefano Gabbana se comprende mejor desde aquí, en esta isla donde los estampados de limones amarillos y de majolica (mayólica) están en todas partes: textiles, cerámica, joyería. Las calles empinadas se presentan como laberintos que esconden villas privadas y hoteles de lujo tras pequeñas puertas de colores o rejas de hierro forjado, enmarcadas por bugambilias gigantes y romeros colgantes. Hace calor, mucho calor —tal vez porque es junio y el verano comienza a hacerse presente—. La gente viste lino; no hay otra forma de circular por aquí.

La plaza Umberto I es el corazón de la isla. Ahí conviven la iglesia di San Stefano y la Torre dell’Orologio, que desde el siglo XVII observa la vida caprese con su campanario. Es un referente para llegar a la Piazzetta, ese espacio repleto de cafés, turistas y lugareños que se sientan a contemplar a los recién desembarcados. Capri ha sido, desde siempre, un destino obligado para el jet set: Audrey Hepburn, Jackie Kennedy, Clark Gable, Sophia Loren, Marcello Mastroianni… Hoy son Leonardo DiCaprio, Tom Cruise, Elsa Pataky, y por supuesto, Stefano Gabbana, Domenico Dolce, Theo James y Vittoria Ceretti, estos últimos protagonistas de la nueva campaña de Light Blue.

Celebrar el primer cuarto de siglo de una fragancia que se ha mantenido en el top 10 de los perfumes más buscados no es tarea sencilla en una era donde las opciones son infinitas. Pero Light Blue es, sin duda, especial. El encargo para Olivier Cresp —creador de la versión femenina— y para Alberto Morillas —responsable de la masculina— fue claro: capturar la frescura del mar y el estilo chic de Capri en una fragancia chispeante capaz de evocar momentos inolvidables. Ambos gigantes de la perfumería lograron fórmulas memorables.

 

 

Cresp eligió para la versión femenina notas de salida con limón de Sicilia, manzana, cedro y campanilla; en el corazón, bambú, jazmín y rosa blanca; en el fondo, cedro, almizcle y ámbar. Todos los sentimientos estaban contenidos en una botella que, desde hace 25 años, anticipaba lo genderless al incorporar maderas y almizcle, ingredientes tradicionalmente usados en perfumes masculinos.

“El aroma, hace 25 años, era un poco masculino, pero curiosamente gustó mucho a las mujeres. Hoy destacamos la frescura, la duración, el limón de Sicilia. Las maderas y el almizcle son muy de las nuevas generaciones. Hemos mejorado la fórmula y rediseñado la botella”, comenta Olivier Cresp.

 

La versión masculina, Light Blue pour Homme, fue desarrollada por el español Alberto Morillas. Las notas de salida incluyen toronja, bergamota, mandarina siciliana y enebro de Virginia; en el corazón, pimienta, romero y palo de rosa de Brasil; y en el fondo, almizcle, incienso y musgo de roble.

“Mi interpretación fue muy simple: usar el mejor cítrico de Sicilia y combinarlo con romero y pachuli, que de alguna forma representan los minerales de las rocas. Todos entienden esta composición. Por eso ha sido exitosa”, explica Alberto Morillas.

 

Hace un cuarto de siglo, Cresp y Morillas estaban en Capri, imaginando cómo embotellar la frescura y el easy chic que la isla representa. En aquel entonces, el británico David Gandy y la italiana Bianca Balti eran los protagonistas de la campaña. Como dioses romanos, navegaban alrededor de la isla en trajes de baño blanco inmaculado que contrastaban con sus bronceados, con el azul del mar… y el de sus ojos.

Hoy, para celebrar el aniversario y presentar las nuevas versiones de Light Blue, Theo James y Vittoria Ceretti recorren el litoral de Capri. Una vez más, un inglés y una italiana cuentan la historia de una aventura que involucra el poder de la frescura, la ligereza y la sencillez de dos fórmulas que ya son clásicos.

 

Recrear el recorrido náutico a bordo de un velero con velas marcadas con el logo de Dolce&Gabbana —acompañados de influencers, prensa, y por supuesto, de Morillas, Cresp, Ceretti y James— ha sido inolvidable. El objetivo: llegar al farallón del Mezo, también conocido como el Arco del Amor, una de las estructuras rocosas más icónicas de la isla. Mientras lo contemplábamos, un invitado especial se unió a la celebración: Stefano Gabbana llegó en lancha para saludar a los perfumistas, a Vittoria y a Theo.

El evento cerró con una cena donde la pasta, los jitomates y la mozzarella sorprendieron a los asistentes al ritmo de panderos y bailes entre hermosos limoneros que, como toldos naturales, daban sombra a las mesas en el restaurante Da Paolino.