Tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril, el Vaticano ha anunciado que el cónclave para elegir a su sucesor comenzará el 7 de mayo en la Capilla Sixtina. Este proceso, que se lleva a cabo bajo estrictas normas de secreto, reunirá a 133 cardenales electores menores de 80 años, quienes deberán alcanzar una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo pontífice. ​

La elección del próximo Papa se produce en un contexto de diversidad sin precedentes dentro del Colegio Cardenalicio. Cerca del 80 por ciento de los cardenales electores fueron nombrados por el Papa Francisco, reflejando su enfoque en una Iglesia más inclusiva y global. Esta diversidad geográfica y cultural podría influir en la elección de un líder que continúe con las reformas iniciadas por Francisco, enfocadas en el perdón, la justicia social y la apertura hacia las minorías.

Entre los posibles candidatos destacan figuras como el cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, conocido por su habilidad diplomática; el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, reconocido por su compromiso social y mediación en conflictos internacionales; y el cardenal Luis Antonio Tagle, de Filipinas, apreciado por su carisma y conexión con la comunidad.

El proceso del cónclave comenzará con la misa “Pro eligendo pontifice” el mismo 7 de mayo, seguida del aislamiento de los cardenales en la Casa Santa Marta y las votaciones en la Capilla Sixtina. Las señales tradicionales de humo blanco o negro indicarán al mundo si se ha alcanzado una decisión. ​

Este cónclave representa un momento crucial para la Iglesia Católica, que busca un líder capaz de unir a una comunidad diversa y enfrentar los desafíos contemporáneos.