La Semana de la Moda de París fue testigo de una propuesta audaz y contemporánea de Stella McCartney con su colección otoño-invierno 2025, titulada Laptop to Lapdance. Más que una línea de ropa, esta entrega es un manifiesto de empoderamiento femenino, diseñada para la mujer moderna que transita sin esfuerzo del día a la noche, de la oficina a la celebración.

Moda consciente sin perder glamour

Fiel a su compromiso con la sostenibilidad, McCartney ha creado una colección donde el 96% de los materiales son responsables y 100% cruelty-free, reafirmando su postura en contra del uso de cuero y pieles exóticas. En su lugar, la diseñadora apuesta por innovaciones textiles como el Alter Mat, una alternativa ecológica al cuero, y tejidos regenerados que reducen el impacto ambiental sin sacrificar el lujo.

La paleta cromática oscila entre neutros clásicos como el negro, gris y camel, con acentos vibrantes en rojo y azul cobalto. La propuesta se centra en siluetas fluidas y estructuradas, con trajes sastre de hombros marcados, faldas midi de caída impecable y abrigos oversized que definen un nuevo código de poder femenino.

Prendas clave de la temporada

Entre las piezas más destacadas de la colección, encontramos los blazers sin costuras, que aportan una imagen pulida y moderna, así como los pantalones wide-leg confeccionados en lana reciclada. También resalta el vestido asimétrico con aberturas estratégicas, ideal para la mujer que busca un look versátil y elegante.

Los accesorios complementan la propuesta con un enfoque minimalista pero impactante. El icónico bolso Falabella regresa en versiones renovadas con tejidos reciclados, mientras que las botas de tacón geométrico y los mocasines de plataforma en materiales veganos refuerzan la identidad de la marca.

Un mensaje de empoderamiento

Más allá de la moda, Stella McCartney presenta un concepto que celebra a la mujer en todas las facetas de su vida. Laptop to Lapdance no solo redefine el guardarropa ejecutivo, sino que también desafía las normas establecidas, demostrando que la elegancia y la sostenibilidad pueden coexistir sin compromisos.

Una vez más, McCartney demuestra que el futuro del lujo es ético, innovador y hecho para durar.

*IMAGEN: Google Images