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Después de dos décadas dominando el mundo del tenis, Rafael Nadal se despidió oficialmente de las competencias profesionales, dejando un legado que pocos atletas han alcanzado. El español de 38 años, quien conquistó 22 títulos de Grand Slam y dos medallas olímpicas, jugó su último partido en los cuartos de final de la Copa Davis en Málaga, España.
Pero, más allá de los logros deportivos, el tenista hizo amistades en la cancha que perduraran por siempre. Roger Federer es uno de ellos, quien le dedicó una carta de despedida a su eterno rival y amigo.
“¡Vamos, Rafael Nadal! Sobre arcilla sentía que entraba en tu territorio, y me hiciste trabajar más duro de lo que jamás imaginé simplemente para conservar mi lugar. Me obligaste a reinventar mi juego, incluso hasta el punto de cambiar el tamaño de mi raqueta, buscando cualquier pequeña ventaja”, escribió Roger, quien también se retiró el año pasado.
En la carta, Roger se define como “seguidor eterno” de Nadal, aunque admite que no siempre fue así, ya que Rafael ganó 24 de sus 40 encuentros.
“Después del Abierto de Australia de 2004, logré llegar al número 1 mundial por primera vez. Pensé que estaba en la cima del mundo. Y lo estaba. Hasta dos meses después, cuando entraste en pista en Miami con tu camiseta roja sin mangas, mostrando esos bíceps, y me derrotaste con claridad”, recuerda.
“¡14 títulos de Roland Garros, algo histórico! Hiciste que toda España se enorgullezca y has dado orgullo a todo el mundo del tenis”, le reconoce.
Durante el juego de despedida, Nadal perdió ante el neerlandés Botic van de Zandschulp en su último partido. “Perdí mi primer partido en la Davis y pierdo el último. Se cierra el círculo”, comentó con una sonrisa.
Las gradas del Pabellón Martín Carpena se llenaron de aplausos y cánticos de “¡Gracias, Rafa!”, a lo que el tenista respondió con una profunda gratitud. “Las gracias las tengo que dar yo… Han sido 20 años donde siempre me han dado todo su apoyo”, expresó.