Cuando decimos que Tom Ford tiene buen gusto, no solo nos referimos a sus diseños. Dos años después de vender su marca homónima por 2,800 millones de dólares, el legendario diseñador ha vuelto a dar de qué hablar. Esta vez, no en la pasarela, sino en el glamuroso mundo inmobiliario londinense. 

Ford acaba de adquirir una propiedad en el exclusivo barrio de Chelsea por nada menos que 80 millones de libras (alrededor de 104 millones de dólares), la transacción residencial más grande del Reino Unido en 2024. 

Aunque los detalles exactos de su nuevo hogar son un misterio, los rumores indican que su mansión de fachada blanca está en una elegante plaza con jardín entre Hyde Park y el Río Támesis. La propiedad, con una historia de casi dos décadas, pasó de manos con una ganancia astronómica: el dueño anterior la adquirió por solo 16 millones de libras. 

Esta mansión en Chelsea es solo la cereza en el pastel en la ya impresionante cartera inmobiliaria de Tom Ford. Además de esta reciente adquisición, en 2023 Ford compró la icónica propiedad “Lasata” en los Hamptons, antigua residencia de la ex primera dama Jacqueline Kennedy Onassis, por 52 millones de dólares. 

Tom también posee una lujosa mansión en Palm Beach valorada en 55 millones de dólares y la famosa casa adosada del diseñador Halston en el Upper East Side de Nueva York, por la que desembolsó 18 millones de dólares.