En un evento que estaba planeado para celebrar “lo mejor de Australia”, la visita del rey Charles III a ese país no transcurrió sin controversias. Desde los comentarios de la senadora Lidia Thorpe hasta las protestas de los activistas, el viaje del monarca dejó al descubierto las tensiones entre la historia colonial y las voces indígenas que exigen reconocimiento y justicia.

Aunque el Palacio de Buckingham había anunciado que esta visita de cinco días busca mostrar una imagen de reconciliación y celebración en lugares icónicos como la Ópera de Sídney, la recepción parlamentaria en Canberra cambió drásticamente el tono. 

Thorpe, senadora de Victoria de origen indígena, reconocida por su fuerte postura contra la monarquía, irrumpió en el evento luciendo una capa tradicional de piel de zarigüeya. Sin rodeos, lanzó su protesta frente al rey: “¡Tú no eres nuestro rey! No eres soberano. Cometieron genocidio contra nuestro pueblo. Dennos lo que nos robó: nuestros huesos, nuestros cráneos, nuestros bebés, nuestra gente. Destruyeron nuestra tierra. Dennos un tratado. Queremos un tratado”, gritó, mientras los guardias la escoltaban hacia afuera del evento.

Lidia Thorpe ya había sido noticia por su resistencia al juramento de lealtad hacia la reina Elizabeth II en 2022, cuando al momento de prestar juramento, la llamó “la colonizadora”. Su postura frente a la monarquía representa un creciente movimiento en Australia que aboga por reconocer la historia colonial y los derechos de las comunidades indígenas.

El viaje de Charles III coincide también con la Reunión Bienal de Jefes de Gobierno de la Commonwealth, donde líderes de las 56 naciones buscan soluciones para problemáticas comunes. Sin embargo, mientras Charles III y Camila continúan su itinerario en Samoa, es claro que las conversaciones sobre el legado colonial y los derechos indígenas no podrán ignorarse.