Nadie quiere esto es la nueva miniserie de Netflix protagonizada por Kristen Bell y Adam Brody. Según Rotten Tomatoes ha recibido un 95% de críticas positivas.

La serie es una mezcla perfecta entre drama, comedia, y diversión inteligente. Y es la historia de amor Joanne (Bell), una mujer agnóstica, conoce a Noah (Brody), quien es un rabino. Los tortolos se conocen en una fiesta, después de que el judío terminara con su prometida.

La chispa es instantánea y tras un breve coqueteo comienzan a salir, introduciendo a Joanne en un mundo desconocido para ella.

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En el camino la madre de Noah, quién quiere una esposa judía para su hijo intentará desanimar a Joanne de tener una relación con su hijo.

Justin Lupe y Timothy Simons (Morgan y Shasa respectivamente) interpretan a los hermanos de los protagonistas que intentarán ayudar a la pareja, aunque a veces logren lo contrario.

La serie consta de 10 capítulos de 30 minutos, así que está ideal para tus fines de semana de maratón.

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La escritora de la serie, Erin Foster dijo a declaraciones para Netflix que se trataba de una historia real, la suya, cuando se enamoró de un “buen chico judío”.

“Esta serie se basa en la única buena decisión que he tomado: enamorarme de un buen chico judío. Pero me di cuenta de que ser feliz es mucho más difícil que ser miserable, no hay nada de qué quejarse”, aseguró.

“Así que creé esta serie basándome en todas las formas en que encontrar a la persona adecuada puede ser tan difícil”, agregó.

La escritora además dijo que se grabaron tres finales y el que aparece en la miniserie se sometió a votación.