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El verano es una de las épocas más esperadas del año, cuando deseamos relajarnos, explorar nuevos destinos y disfrutar al aire libre, visitando playas, costas o parques acuáticos. Sin embargo, en la búsqueda de tiempo de calidad en familia y de escape del estrés urbano, surge un riesgo que no se debe de ignorar: las quemaduras solares.
Las quemaduras solares no son solo un inconveniente menor o un efecto colateral de un día bajo el sol, sino que representan un daño directo a la piel que puede tener consecuencias a futuro.
A corto plazo, las quemaduras solares pueden causar dolor, ampollas y descamación; pero a largo plazo, la exposición repetida y las quemaduras pueden aumentar significativamente el riesgo de padecer cáncer de piel, incluido el melanoma, que es una consecuencia de la exposición solar excesiva.
Aunque las quemaduras solares pueden evitarse con medidas de protección adecuadas, muchas personas subestiman el peligro de la exposición al sol y no toman las precauciones necesarias. Si este es el caso, existen algunos tips que pueden ayudar:
Evitar la exposición prolongada al sol: mantenerse alejado del sol hasta que la quemadura se haya curado. Sí se necesita salir, usar ropa protectora y aplicar protector solar de amplio espectro con un SPF de 50 en las áreas expuestas.
Enfriar la piel: intentar reducir la temperatura de la piel aplicando compresas frías y húmedas en las áreas afectadas entre 10 a 15 minutos varias veces al día para aliviar el dolor y reducir la inflamación. Es importante evitar el uso de agua demasiado fría, ya que puede causar un choque térmico.
Mantenerse hidratada: las quemaduras solares pueden provocar deshidratación. Por ello, es fundamental beber mucha agua para mantener el cuerpo y la piel bien hidratados
Usar medicamentos especializados: el uso de ácido hialurónico de bajo peso molecular puede hidratar profundamente la piel y reducir la inflamación. Su acción antiinflamatoria y su capacidad para promover la cicatrización de la piel dañada hacen de él una opción efectiva para aliviar el malestar y acelerar su recuperación hasta en un 50% más rápido.
Si la quemadura solar es severa y se presentan síntomas como fiebre, dolor intenso, ampollas grandes, o si no hay mejoría tras seguir estos consejos, es necesario buscar atención médica.
Durante las vacaciones, cuidar adecuadamente la piel para evitar quemaduras solares es esencial para disfrutar de una experiencia única en familia. Sin embargo, si se produce una quemadura solar, es importante tomar medidas para facilitar una recuperación efectiva de la piel, especialmente en esta época del año cuando los rayos ultravioleta son más intensos.